Primera pregunta: ¿cómo interpretar una obra escrita, como una creación o como una fuente de conocimiento, o como ambas cosas? En Historia y ficción. Conversaciones con Javier Cercas, Justo Serna analiza y explica algunas de las obras de Cercas como “útiles para la creación” y como “útiles del conocimiento”.
Este libro es un ensayo escrito por un historiador. Ese historiador, Justo Serna, explica qué es un ensayo y qué hace un historiador. Hay que leerle explicarlo, merece mucho la pena. Por muchas razones, créeme.
Este libro se ha escrito porque “la literatura, concretamente la novela, interesa a los historiadores”. Es un ensayo de historia cultural. Es necesario que lo sepas.
Los historiadores se dedican a “emprender, aprender y exponer”. Lo dice Justo Serna. Efectivamente, el oficio del historiador consiste en investigar, conocer y explicar. Sigo.
Serna nos constata algo esencial, que “Cercas se interroga sobre los choques, conflictos y sectarismos que han sido posibles en la historia de España”. Y que —esto es a mi modo de ver lo que hace de la obra de Cercas algo singular, memorable, eficaz incluso—, el escritor español lo lleva a cabo “sin reprochar nada a la generación anterior”, porque, aunque obra como un narrador de ficciones y de no ficciones, a veces al mismo tiempo, utiliza las herramientas de distanciamiento objetivo del historiador, pero sin eludir las herramientas subjetivas del fabulador, y lo hace sin mezclarlas, sin confundirnos.
En muchos libros de Cercas —un escritor que se vale de un género, la novela, para crear estados de opinión—, en casi todos, ¿en todos?, lo que leemos es “el drama y la comedia del hombre desorientado”. Y siempre hay en ellos “un individuo, al menos un individuo, moralmente digno”. ¿Qué es ser un individuo moralmente digno? La respuesta a esa pregunta es otra razón para leer el libro de Serna, donde se nos explica por qué el motivo central de todos los libros de Cercas, sí, de todo, es “el drama moral del hombre solo”. Sigo.
Las novelas, las de Cercas por supuesto, son ficciones, pero no mentiras, pues construyen “una verdad propia”. Son ficciones que tienen un fin moral.
Vuelve en este libro Cercas a conversar con Serna, a quien le dice las grandes cosas que decimos cuando sabemos que no decirlas le daría demasiada importancia al silencio:
“La literatura no es una cosa separada de la vida, sino una forma de la vida: está integrada en ella, forma parte de ella; separarla de la vida es matarla […] Muchas de las mejores cosas que me han pasado en la vida no me han pasado, sino que las he leído”.
La verdad es inasible, quizás tenga razón Cercas cuando asegura que la única forma de atraparla es por medio de una elipsis, la literatura. Yo le matizo, la Historia también es literatura. Y ahí entra en juego el gran juego de cuanto escribe Cercas, la lucha amable entre la ficción y la realidad. Una lucha que se libra desde la humidad con la que gente como Cercas quieren acercarse a la verdad. Y así ayudarnos a acercarnos a ella. Sin olvidar que, como el novelista le dice al historiador, “la ficción pura no existe”.
Si no has leído Soldados de Salamina, Anatomía de un instante, Las leyes de la frontera y El monarca de las sombras, te recomiendo que lo hagas. Serna también. No olvides que Cercas más que hablarnos en sus novelas del pasado lo que hace es hablarnos, así lo atestigua él mismo, “de lo que nos acaece o nos conmueve ahora, de lo que nos inquieta aún, y sobre todo de lo que nos hermana a nuestros antecesores, de lo que no nos hemos desprendido”. En ese sentido, Javier Cercas busca lo mismo que buscamos los historiadores: qué hay entre nosotros del pasado, qué hubo del presente en el pasado. Como le dice al propio Justo Serna:
“Me interesa la historia en la medida en que forma parte del presente, en la medida en que está entre nosotros”.
Porque Javier Cercas, lo ha dicho varias veces (en este libro, por ejemplo, también), escribe “contra la tiranía del presente”.
Y la conversación que Justo Serna decidió establecer con Javier Cercas, con su literatura, esa “conversación prometedora, aún no ha terminado”. Este ensayo, esta “tentativa de aproximación”, es, hasta ahora, cuanto esa conversación nos viene deparando a los lectores de ambos.
[…] leer en este enlace otro texto mío, ‘La literatura de Javier Cercas’, en el que escribo más en extenso […]