La localidad portuguesa de Almeida tomó su protagonismo histórico en el siglo XVIII. Su nombre es árabe (la meseta o la colina baja) y el origen de su castillo es de esa época. Cuenta con una población total de 8500 habitantes y es centro comercial de la zona cercana a la frontera española.
Tiene una fortaleza con planta hexagonal con baluartes en su parte histórica considerados como de los mejores de Portugal junto a las también fronterizas de Valença do Minho, junto a Tui, y Elvas, cercana a Badajoz.
La entrada principal son las dos puertas dobles de San Francisco o de la Cruz del siglo XVII, pero antes de entrar se pueden observar un conjunto de piedras que hacen referencia a la histórica fecha del 25 de abril de 1974 junto a varios poemas. La otra puerta es la de San Antonio.
El pueblo intramuros tiene una planta en forma de estrella asimétrica de doce puntas con baluartes y revellines y rodeada de un foso. Se preservan los edificios históricos con casas quinientistas contando con un perímetro de dos kilómetros y medio. La estructura se inició tras la guerra de la Restauración en el siglo XVII.
La localidad tuvo gran protagonismo durante la guerra peninsular (guerra de la Independencia en España), en 1810 la explosión de una bomba en el polvorín causó 500 muertos y la rendición de la plaza a los franceses mandados por el mariscal André Masséna (1758-1817) aunque fue reconquistada por el duque de Wellington (1769-1852) un año después. Dentro de pocos días se conmemora lo sucedido y suele haber una recreación histórica. Posteriormente la localidad fue reconstruida de los grandes destrozos producidos por la explosión.
El Museo Histórico-Militar está ubicado en las distintas salas subterráneas ubicadas en el subsuelo del baluarte de San Juan de Dios. Esas casamatas se construyeron en el siglo XVII.
La entrada es de tres euros (sin excepciones de ningún tipo) y cada sala alberga una época y conflictos bélicos del país, desde la antigüedad hasta la Primera Guerra Mundial con sus respectivas armas de época, mapas y demás material, además un uniforme figura en cada acceso. Hay explicaciones interactivas en cuatro idiomas. Además existe una sala de exposiciones temporales.
Mencionar dos salas, la referida a la denominada guerra fantástica –donde fue cercada Almeida- referida a la participación de Portugal en la guerra de los Siete Años (1756-1763) con derrota española incluida, y la participación portuguesa en la Primera Guerra Mundial con la fehaciente reconstrucción de una trinchera.
La iglesia de la Misericordia es de siglo XVII y se encuentra a su lado, adosada, una residencia –antiguamente fue un hospital- lo que, al igual que en numerosas localidades portuguesas, muestra el papel asistencial de la red formada por las llamadas Casa de la Misericordia.
También es destacable la Torre del Reloj de 1830, al lado el cementerio, que te recibe a la entrada con la conocida leyenda: ‘Tú quien quiera que seas, repara como yo estoy, yo ya fui como tú eres y tú serás como yo soy’.
El pueblo tiene como referente a Fray Bernardo de Brito (1758-1817), poeta, historiador y cronista del que se mantiene su casa natal con una placa recordatoria. Publicó dos de los ocho volúmenes de Historia de Portugal.
Almeida es una de las doce localidades que forman parte de la red de Aldeias Históricas de Portugal junto a, entre otras, Belmonte y Castelo Rodrigo.
Como curiosidad en España también hay una Almeida, con el apellido de Sayago, localidad zamorana cerca de la frontera portuguesa con apenas 462 habitantes.
Castelo Rodrigo
Esta pequeña villa, a apenas diez kilómetros de distancia de Almeida, se ubica en lo alto, de apenas 500 habitantes, mantiene su estructura medieval. Se le consideró concejo por Alfonso IX de León (1171-1230) quien reforzó las murallas ya que formaba parte de la línea defensiva contra los musulmanes.
Tierra de litigios pasó a Portugal en 1296 por el rey Dinis (1261-1325) quien reconquistó la zona, reformó su castillo –se conserva la Torre del Homenaje- y el cerco de las murallas semicirculares que aún se mantienen pero en mal estado.
Hay restos del Palacio de Cristóbal de Moura (1583-1613) que fue asaltado tras la Restauración de la Independencia portuguesa. Era visto como el pasado símbolo de la opresión española, por lo que, la resentida población, lo incendió y destrozó, a pesar de que su promotor, considerado un traidor, hubiese fallecido hacía casi tres décadas.
Destaca el Pelourinho, de estilo manuelino, Puerta del Sol, Torre del Reloj y el pozo cisterna, con un arco de herradura árabe, aunque se destaca su huella judía. Al pie norte del cerro se halla la iglesia y convento de Santa María de Aguiar, existente desde 1165.
También citar la iglesia matriz de Nuestra Señora de Rocamador y su imagen de Santiago Matamoros, tan conocida en España, ya que atendían a los peregrinos que se dirigían a la hoy capital gallega.
El escritor José Saramago (1922-2010) en su libro ‘Viaje a Portugal’ la llegó a comparar con Ávila debido a sus murallas.
[…] mesmo tempo, os quadrados de Almeida, Castelo Bom, Castelo Melhor, Castelo Rodrigo, Monforte, Sabugal, Alfaiates e Vilar Maior. Ambos os […]