El Tribunal Supremo Administrativo de Lituania ha asestado un golpe a la discriminación al proteger el derecho de los organizadores de la marcha del Orgullo Báltico a celebrar este 27 de julio su tercera marcha anual en el centro de la capital, Vilna, informa Amnistía Internacional.
Giusy D’Alconzo y Fernando Vasco Chironda de Amnistía Internacional Italia © Amnistía InternacionalAl rechazar el recurso presentado por las autoridades municipales de Vilna –que habían tratado de impedir que el evento se celebrara en el centro de la ciudad–, el Tribunal ha subrayado que debe garantizarse el derecho a la libertad de reunión de las minorías, incluidas aquellas que mantienen opiniones “impopulares”.
“El máximo tribunal administrativo de Lituania se ha pronunciado y, con su rotunda resolución, asesta un golpe a la discriminación ejercida por las autoridades municipales de Vilna y protege el derecho a la libertad de reunión de la comunidad lesbiana, gay, bisexual, transgénero e intersexual de Lituania”, ha manifestado John Dalhuisen, director del Programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
“Ahora, las autoridades de Vilna deben cumplir tanto esta resolución como la resolución judicial inicial, y deben permitir que se celebre la tercera marcha anual del Orgullo Báltico, sin poner obstáculos y brindando a los participantes protección adecuada.”
Las autoridades municipales habían apelado contra la resolución previa del Tribunal Administrativo Regional de Vilna a favor de los organizadores de la marcha, una resolución que afirmaba que el lugar de celebración de la marcha, en el centro de la ciudad, garantizaría un equilibrio adecuado entre los derechos individuales y el interés público.