Película de animación llena de valores humanistas, “Manou”, la historia de una golondrina criada en una familia de gaviotas, es el debut en la dirección de los alemanes Christian Haas y Andrea Block, especialistas de efectos visuales en filmes como “Independence Day: Contraataque” o “Gran Hotel Budapest”, y ha recibido el galardón al mejor guión en Cinekid, el Festival Internacional de Animación holandés, y el laurel a la mejor película en el Festival Internacional de Animación de Stuttgart.
Manou es una pequeña golondrina que, tras un incidente en el que las ratas se comen a su familia, se queda huérfana y sola y es acogida por una pareja de gaviotas. Él crece pensando que es una de ellas, pero pronto descubrirá que nunca será aceptado como tal: las golondrinas viven en comunidad, las gaviotas en parejas; las golondrinas comen gusanos, insectos y mosquitos, vuelan continuamente y viven cerca del agua, pero tienen miedo y no saben ni nadar ni bucear, las gaviotas pescan truchas y gambas, y aprenden a nadar y a bucear.
Estas diferencias no impiden que Luc, el polluelo de gaviota, considere a Manou como su hermano mayor. Tras varios intentos fallidos por encajar, Manou decide conocer a los pájaros de su misma especie y quedarse a vivir con ellos. Pero pronto, tanto las golondrinas como las gaviotas, tendrán que enfrentarse a un gran problema que les obligará a trabajar juntos, y Manou se convertirá en el héroe que nunca había sido. Valiente y astuta, Manou conseguirá reunir a las dos familias de pájaros.
Historia de tolerancia y amistad con un magnífico fondo de decorado mediterráneo en 3D, hermosos dibujos, una animación soberbia –magníficas las escenas de vuelo- y unos diálogos que no son gran cosa, en una historia familiar donde cada cual tiene que aprender a aceptar al otro a pesar de las diferencias.
Perfectamente comprensible por los niños –recomendada a partir de los tres años- “Manou” no solo predica valores fundamentales, también es un auténtico espectáculo casi mágico.