Luis de Luis[1]
¿Quién no tiene algo que ocultar?
¿Quién no tiene algo de que ocultarse?
¿Quién, de hecho, no se está ocultando en este mismo momento?
¿Quién no miente? ¿Quién no se miente?
¿Quién, de hecho, no se cree sus propias mentiras?
¿Cuántos son? ¿Cuántos somos?
Mariano Rochman cuenta, con respeto y finura, en “ Noches de hotel”, función que escribe y dirige, la historia de cuatro de ellos; cuatro personales en busca de amor, en busca de compañía; de un cierto amor, a de una cierta compañía.
Amor y compañía, por así decirlo, plausibles y posibles, hechos a medida y entallados al milímetro.
Y estos cuatro personajes, figurones y figurines, vulnerables y desconcertados, perplejos y leales, infieles y asustados, dan giros de 360 grados mientras viven convencidos de que son de 180 intentado solucionar ( si es que esto es posible) las cosas de la vida, o, lo que es lo mismo, las cosas del querer.
Rochman escoge una habitación de hotel como cuadrillero en el que sus personajes – unos espléndidos y entregados José Bustos, Sauce Ena, Xoel Fernández y Elena Rey – despliegan todo un ballet emocional y verbal en el que cada palabra cuenta mucho por lo que dice y mucho más por lo que no quiere ( o atreve) a decir.
Nada se acaba de resolver, nada se acaba de explicar, nada acaba de terminar y todo parece estar empezando constantemente en estas historias de amor tan entrelazadas, irresolubles y apasionantes, que se viven de espaladas y de cara, en secreto y en susurros, en contra y en dicción y se cuentan en esta función tan fresca, flamante y reconocible como la vida misma, embotellada en cuatro noches de hotel.
Torn between two lovers
Feeling like a fool
Mary McGregor
1.- Luis de Luis es crítico teatral
FICHA ARTÍSTICA
- Dramaturgia y dirección: Mariano Rochman
- Reparto: José Bustos, Sauce Ena, Xoel Fernández y Elena Rey