Los habitantes del pueblo de Mitholz, en el cantón suizo de Berna, tienen hasta el 18 de abril de 2020 para pronunciarse acerca de una pregunta efectuada por el Ministerio de Defensa, relativa a la posibilidad de que abandonen la localidad durante al menos diez años, para dar tiempo a vaciar y limpiar definitivamente un depósito de municiones, hoy abandonado, que se construyó durante la Segunda Guerra Mundial.
El Ministerio cree que el riesgo que están corriendo los vecinos es inaceptable y que la mejor solución sería justamente la evacuación: “Las obras de desmonte tienen repercusiones sobre la población y las vías de acceso a Mitholz –se lee en un comunicado del ministerio-, por lo que sabemos ahora, según vayan los trabajos, que tendrán que desviar algunas carreteras y proteger una vía de ferrocarril, podría ser que el período de alejamiento de sus habitantes tuviera que prolongarse aun más”.
Según la información del canal internacional Euronews, el antiguo depósito –que contiene 3500 toneladas de municiones– se ha hundido en parte y muchos explosivos están desperdigados bajo las piedras del entorno.
Los restos ya explotaron en parte en 1947, matando a nueve personas, aunque en las décadas siguientes nadie ha pensado que pudiera reproducirse la explosión.
En caso de que el resultado de la consulta entre los vecinos sea negativo, las autoridades suizas estudian la posibilidad de cubrir el depósito con rocas, “lo que reduciría los riesgos de manera significativa”.
Por otra parte, y siempre según la misma fuente, en el sitio de Internet del ministerio de Defensa suizo se puede leer que, para deshacerse de ellas, miles de toneladas de municiones inutilizadas se lanzaron a los lagos, y que es “prácticamente nulo” el riesgo de que puedan explotar en algún momento.