La situación del Sahara controlado por Marruecos y por la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) además de los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf no son ajenos a la pandemia del coronavirus.
En el territorio que controla Marruecos, por una parte, se calcula que más de 3000 colonos marroquíes han salido del Sahara debido a la propagación del coronavirus. En concreto serían más de mil desde El Aaiún y más de 1250 en Dajla. En esta última ciudad las autoridades marroquíes fletaron más de veintiocho autobuses. Además también han partido a través de aeropuertos y taxis colectivos o gran taxi (en todo el territorio no hay línea férrea).
Las razones de este éxodo son varias, desde cierre de comercios y tiendas, hasta ir con sus familiares o no fiarse de las instalaciones hospitalarias existentes en el territorio en caso de complicaciones.
Según una encuesta clandestina elaborada en 2016, más del 50 % de marroquíes que allí viven no están de acuerdo con la ocupación marroquí del territorio saharaui. Las causas son diversas influyendo las económicas, por el excesivo gasto, se calcula que el Gobierno marroquí gasta seis veces más en el Sáhara que en Marruecos, en especial, el del mantenimiento de tropas, el evitar un enfrentamiento bélico o acabar con las violencias a la población saharaui.
Solo un 32 % de colonos marroquíes está a favor y apoya la ocupación marroquí del Sáhara, un 12 % se muestra desinteresado, en su mayoría jóvenes y un 6 % no contestó a la encuesta.
Es más que conocido que el régimen marroquí no se fía de sus propios colonos en caso de un hipotético referéndum de autodeterminación. Así, a pesar de contar con un censo, actualmente en Ginebra, se niegan a cualquier consulta apostando todo a una autonomía que no disfruta ninguna zona en el propio Marruecos.
Por otro lado, hay que mencionar el mayor aumento, sobre el que ya existía, de presencia militar en las calles con tropas de los propios cuarteles asentados en la zona, tanto militares como gendarmería y fuerzas auxiliares.
También hay que recordar la total precariedad de los hospitales en el territorio en caso de pandemia, sin medios, teniendo que pagar por los servicios médicos, falta de todo tipo de material sanitario, los medicamentos hay que pagarlos, médicos mal formados y muchos en prácticas, negligencias médicas, falta de atención especializada… Algo mejor dotados están un hospital militar y centros privados pero son caros para la población.
En cuanto a los presos saharauis se da la paradójica circunstancia que en Marruecos una ONG cercana a los salafistas ha solicitado la libertad de los presos salafistas. Sin embargo de los presos saharauis y también de los rifeños no parecen preocuparse.
No obstante, organizaciones internacionales y defensores de derechos humanos se han dirigido a Naciones Unidas exigiendo acciones inmediatas para garantizar la protección a los presos políticos saharauis en cárceles marroquíes ante la pandemia, entre los que se encuentran informadores de la agencia saharaui Equipe Media.
En cuanto a los campamentos refugiados de Tinduf, llevan seis días de reclusión y aislados de la ciudad argelina. En los cinco campos (wilayas): Auserd, Dajla, El Aaiún, Bojador y Smara. La distancia entre ellas es de entre 20 y 50 kilómetros, excepto Dajla, que está a unos 190 kilómetros. Cada wilaya se divide en las llamadas ‘dairas‘ y, a su vez, cada ‘daira‘ está compuesta por cuatro barrios. En cada ‘daira’ existe una guardería y una escuela primaria.
Los médicos están formados en Cuba, Argelia o España, pero cuentan con escasísimos medios para desarrollar su labor dependiendo de la ayuda humanitaria internacional.
Hay que recordar que según los datos de la agencia de refugiados de Naciones Unidas, Acnur, hay un total de 173.600 refugiados en los campamentos según el censo elaborado en 2019.
Por último, resaltar el destacado gesto de niños saharauis en los campamentos saharauis, reproducido por varios canales de televisión, que envían un mensaje de apoyo a España ante lo que estamos sufriendo con el coronavirus.