Los servicios de inteligencia franceses (RG, Renseignements Généraux) espiaron durante cuarenta años a la pareja formada por la actriz Simone Signoret y el actor y cantante de origen italiano Yves Montand, como acredita «un dossier de 72 páginas que se encuentra en los archivos de la prefectura de policía de París», y que ha desvelado el magazín «13h15 le dimanche» del canal público France2.
«En su interior, hay ‘notas blancas’ de los servicios de espionaje. Se trata de hojas de papel sin encabezamiento, ni fecha, ni referencia alguna, que repasan los compromisos políticos de la pareja» (Simone Kaminker e Ivo Livi, según sus documentos de identidad), una de las más célebres del cine francés.
Los servicios de inteligencia anotaban todo, e incluso se permitían dejar constancia de lo que pensaban sobre la vida privada de ambos artistas, con comentarios del tipo «es un ligón» o «sería una mujer fácil».
En esas notas blancas no figuran ni el nombre ni la firma del autor del informe, siguiendo lo que el programa de France2 considera que es «la tradición profesional de los servicios de inteligencia, basada en la discreción y el anonimato». Aunque, en el inicio de los documentos, se repite con frecuencia «inspector 88», un sabueso policial sin duda.
Yves Montad (1921-1991), nacido en una familia de inmigrantes que huyó de la Italia fascista, naturalizado francés en 1929, militante del Movimiento por la Paz y los Derechos Humanos, intérprete de cientos de canciones que son clásicos de la discografía francesa, y de algunas de protesta como «Le chant des partisans» y «Le deserteur».
Entre sus interpretaciones en la pantalla destaca la trilogía de Costa Gavras: «Z», «La confesión» y «Estado de sitio».
Simone Signoret (1921-1985), nacida en Alemania, hija de un traductor judío de origen polaco, viuda del realizador Yves Allegret cuando se casó con Montand, actriz de teatro y cine y escritora («La nostalgia ya no es lo que era»).
Entre sus interpretaciones memorables, las de las películas «Casque d’Or», «Las diabólicas» o «Las brujas de Salem». Recibió el Oscar a la Mejor Actriz en 1960 por su papel en «Un lugar en la cumbre».
La pareja Yves Montand y Simone Signoret estuvo comprometida con muchas luchas políticas y sociales, tanto en Francia como en el resto del mundo, como ejemplo la resistencia española frente a la dictadura de Franco.
En las fichas del seguimiento de la pareja queda especial constancia de su relación con el partido comunista francés (PCF), del que los agentes consideraban que fueron «compañeros de viaje, en los años cincuenta… hasta que tomaron conciencia de la realidad del estalinismo».