En Estados Unidos, tras las repetidas agresiones de policías a negros que hace unas semanas culminaron con la muerte por asfixia de George Floyd¹, las afroamericanas Ashley Scott, agente inmobiliaria y Renee Walters, empresaria, dos mujeres del estado de Georgia, han tomado la iniciativa de reunir familias que quieran, como ellas, vivir en una ciudad nueva y segura, según la información difundida por el canal CNN.
«Las dos tenemos maridos e hijos negros –ha dicho la señora Walters- Yo empiezo sentir ansiedad cada vez que mi marido sale de casa para ir a trabajar».
Bautizaron el proyecto como «Ensemble» (Juntos) y de entrada consiguieron que se sumaran a la iniciativa diecinueve familias. La idea era reunir el dinero necesario para comprar un terreno en el que levantar un pueblo.
Finalmente, en el mes de agosto pasado compraron una parcela de cuarenta hectáreas en el condado de Wilkison destinada a convertirse en el futuro en Freedom, un ciudad completamente nueva en el estado de Georgia, y sobre todo segura para residentes negros.
Lo primero de todo va a ser la creación de un lago artificial, inmediatamente después darán comienzo las obras y si todo sale como está previsto, dentro de unos meses podrán empezar a instalarse los habitantes.
La ciudad será «pro-black» pero también aceptará personas que no sean negras. En palabras de sus dos promotoras iniciales «no es un proyecto para excluir, sino para vivir juntos y en paz, en una comunidad tolerante y diversificada».
- George Floyd, convertido en símbolo de la reiterada violencia de una policía racista y odiosa, sobre todo en algunos estados, que ha dado lugar al movimiento Black Lives Matter que está protagonizando decenas de manifestaciones de protesta y que sigue sumando para su causa a deportistas de distintas especialidades, del fútbol al patinaje artístico.