Duramente afectado por la pandemia, el sector singapurense de los cruceros intenta reflotar copiando la idea de la compañía aérea del pequeño sultanato de Brunei. Si ésta organiza vuelos que no van a ninguna parte –despegan y, tras un barrido panorámico por el cielo azul de la isla de Borneo, aterrizan en el mismo aeropuerto-, las compañías de los grandes barcos turísticos de Singapur, que hacen la ronda del puerto sin objetivo ni destino, se disponen a forrarse en este otoño de prohibiciones, según la información del canal estadounidense CNBC (Consumer News and Business Channel), que tiene su sede social en New Jersey.
«Desde que lo anunciamos, el teléfono no ha dejado de sonar», ha explicado al canal Michael Goh, director de Dream Cruises, una de las tres compañías del grupo Genting Cruises. «Y lo mismo está pasando con las reservas online».
Avalados por las muy controladoras autoridades de Singapur, que han creado «CruiseSafe», un certificado especial para los cruceros a ninguna parte, los barcos que se dedican a esta novedad de las «staycations» (más simbólica que otra cosa, la palabra quiere unir los conceptos de quietud y vacaciones), «solo pueden transitar por el puerto de la ciudad-estado, deben reducir la capacidad al cincuenta pr ciento, instalar un sistema de ventilación integral y aceptar solo pasajeros provistos del correspondiente certificado de haber dado negativo» en un test de Covid-19.
Porque ahora lo importante no es el destino sino el periplo, como publicita el señor Goh: «Es la opción vacacional más segura», y recuerda que los barcos que efectúan cruceros pretenden ser, de siempre, auténticos centros de diversión, especie de Luna Park o Parque de Atracciones con balanceo.
La idea, naturalmente, es reconquistar la confianza de una clientela dispuesta a cualquier cosa con tal de salir de casa, y en un futuro cercano aumentar el número de pasajeros a medida que mejoren las condiciones sanitarias. Y seguramente, lo mismo que hace la compañía aérea de Brunei –a la que ya han copiado en Taiwan, Japón y Australia- hacer que la oferta del crucero resulte más atractiva añadiendo algunos programas extras que incluyan comidas, o incluso algún tipo de celebración.