El bruxismo es una actividad parafuncional que consiste en apretar y rechinar los dientes normalmente sin ser consciente de ello; un hábito que realmente no tiene ningún objetivo funcional.
Si bien la etiología es desconocida, se asocia a pacientes cuyo estrés no está reconocido, suele aparecer de noche y cuando supuestamente se relaja la persona, se traduce en este y en otras alteraciones del sueño.
El bruxismo se califica en primario o secundario, dependiendo del apretamiento diurno o bien, por las causas del sueño que no se reconocen médicas. El llamado secundario o iatrogénico corresponde a formas de bruxismo asociado a problemas neurológicos, psiquiátricos, desórdenes del sueño o administración de drogas.
Por ello, dentro de la fisiopatología del bruxismo, es conveniente que si usted nota cierta tensión en el maxilar, se lo comente a su médico de medicina general y este le remita a un estomatólogo para que pueda estudiar su mandíbula y con ello, hacer una férula de descarga realizada ex profeso.
Dentro de la fisiopatología, nos encontramos con ciertos desórdenes psíquicos que obedecen a una ansiedad no tratada; a problemas de personalidad; a otros factores importantes tales como el tabaquismo y/o la presencia de otras enfermedades sin diagnóstico; es más, muchos pacientes pueden padecerlo y no son conscientes de ello.
Durante el sueño, la tensión del músculo masetero determina desajustes emocionales y una ansiedad acumulada que se traduce en el rechinar de dientes de estos pacientes conocidos por el nombre de bruxómanos. Este evento suele aparecer entre las fases I y II del sueño, normalmente en personas con apnea del sueño, dolor crónico y se asocia a una calidad disminuida del mismo.
La prevalencia del bruxismo aparece mayoritariamente en adolescentes que tienen algún que otro trastorno referido a terror nocturno, sonambulismo, enuresis, entre otros. En adultos, la presencia del bruxismo no es sine die, dado que el abordaje de este, será multidisciplinar y si desaparece las causas que producen la ansiedad, es probable que también desaparezcan este.
Vale, joé: ya me pongo la férula…