En una sesión de urgencia, organizada según las agencias internacionales en los locales de la comisaría en que se encontraba detenido, un tribunal ruso ha ordenado este lunes, 18 de enero de 2021, el encarcelamiento del disidente ruso Alexei Navalny durante treinta días, hasta el próximo 15 de febrero.
En un vídeo, en que se le ve en la sala del tribunal difundido en las redes sociales, Navalny, carismático militante anticorrupción que ha sobrevivido al intento de los servicios secretos rusos de envenenarle en agosto de 2020, hace un llamamiento a los ciudadanos rusos para que saquen la resistencia a la calle: «No tengáis miedo, salid a la calle, no por mi sino por vosotros mismos, por vuestro futuro».
El abogado y mano derecha de Navalny, Leonid Volkov ha anunciado en twitter que comienzan a preparar grandes manifestaciones en todo el país para el próximo 23 de enero
El domingo 17, Alexei Navalny, de 44 años, regresó a Moscú tras convalecer durante cinco meses en Alemania y fue detenido en el control de pasaportes del aeropuerto por el FSIN, el servicio penitenciario ruso, que le acusa de haber violado las medidas de control judicial al haber ido a curarse al extranjero.
A las voces que desde ayer piden la libertad de Alexei Navalny -quien culpa directamente al presidente ruso, Vladimir Putin, de su envenenamiento- se han unido hoy las de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y las de varios gobiernos de países pertenecientes a la Unión Europea, así como la del presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyden, y el representante diplomático de la UE, Josep Borrell.
Para Amnistía Internacional Navalny es, desde hoy, un «preso de conciencia»