Protesta ciclista en Ciudad de México para conseguir más seguridad y facilidades

Los numerosos accidentes y fallecimientos de personas que hacen uso de las bicicletas como su medio de transporte en México ha motivado una masiva protesta de ciclistas que tomaron las calles de la Ciudad de México para exigir a las autoridades mayor seguridad.

En la Ciudad de México existen cerca de setecientos kilómetros de canales navegables, pero solo 220 kilómetros de ciclovía, es decir es más fácil navegar en la Ciudad de México que transportarse en bicicleta, señala Areli Carreón, una de las fundadoras de la asociación Bicitekas, que aboga por una urbe menos contaminada.

Durante la movilización ciclista, la policía pudo haber hecho un uso excesivo de la fuerza, lo que dio lugar a un enfrentamiento entre ambos grupos.

Xóchitl Álvarez estaba el viernes en la manifestación que tenía por objeto denunciar la cultura de violencia vial que hay en Ciudad: «Es una ciudad hecha para los autos, todo en materia de movilidad está pensada para los autos. El auto tiene la propiedad absoluta de las calles y además hay una cultura de impunidad absoluta», señala.

Específicamente se manifestaban por la muerte de «Víctor», un ciclista que fue atropellado por un metrobus. Cuando los manifestantes avanzaron e intentaron tomar un espacio exclusivo para autos en Periférico, una de las vías más concurridas de la ciudad, los oficiales de tránsito les negaron el paso.

Para Xóchitl, la bicicleta es una herramienta para poder generar ingresos y es, además, su pasión. Como repartidora ha hecho de la bicicleta un medio de transporte y de subsistencia seguro.

Con datos sobre lo ocurrido, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México reprobó la actuación de los agentes y reiteró que el derecho a la protesta es fundamental en una democracia.

En una breve entrevista, Guillermo Fernández-Maldonado, representante en México de ONU Derechos Humanos, dijo que cuando se habla de protesta, se habla de libertad de expresión y recordó que históricamente los derechos humanos han avanzado precisamente por la demanda social.

«Si hay una presencia por parte de la fuerza pública, esta presencia debe ser para proteger la manifestación. Las autoridades deben investigar qué pasó, la verdad, para investigar a quiénes son los responsables y aplicar lo que establece la ley para estos casos. Otra cosa que me parece fundamental es lo vinculado con prevenir, la garantía de no repetición. Qué medidas se van a tomar para que esto no vuelva a ocurrir en otras manifestaciones», dijo Fernández-Maldonado.

En este sentido, la jefa de gobierno, Claudia Sheimbaun, señaló que, ante lo ocurrido, ya han sido removidos del cargo cerca de diez elementos de la policía y el área de Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana sigue investigaciones.

«En este caso hubo una actuación policial que no debe ser la actuación policial de los policías de la Ciudad de México y por eso es esta investigación, y por eso el secretario está revisándola», dijo la jefa de gobierno en conferencia de prensa.

Más fácil navegar la ciudad que ir en bici

Areli Carreón, activista y primera «alcaldesa de la bicicleta» en la Ciudad de México, además de una de las fundadoras de la asociación Bicitekas, explica que ha habido un avance respecto a la movilidad en la urbe pero que falta aún mucho por hacer.

Ahora hay 220 kilómetros de ciclovía en la ciudad, que parece mucho pero que es muy poco en comparación con los diez mil kilómetros lineales que hay de calles o con los cerca de setecientos kilómetros de canales navegables en la ciudad, es decir que hoy es más fácil navegar en la Ciudad de México que transportarte en bicicleta, señala Areli.

Explica que actualmente el 2,1 por ciento de los viajes en la Ciudad se hacen en bicicleta y medio millón de personas en la ciudad cuentan con una. Además, la mayor parte de los viajes que se hacen son menores a los seis kilómetros, que en bicicleta es equivalente a un trayecto de veinte a veinticinco minutos.

Para ella es indispensable cambiar la ley, cambiar la infraestructura y no menos importante, combatir los prejuicios.

«Doy testimonio que una persona común y corriente puede involucrarse en la política pública, puede impulsar junto con otras personas transformaciones importantes de la política, la ley y dar pasos, inspiración y fuerza a un movimiento que es mucho más grande para reducir nuestras emisiones y lograr una ciudad más equitativa, más justa, más amables y más saludable para todos».

La emergencia climática obliga a redefinir la movilidad

Guillermo Fernández-Maldonado, representante en México de ONU Derechos Humanos recordó que estamos en una emergencia mundial climática. Por eso se debe poner énfasis en infraestructura que priorice a peatones, ciclistas y transporte público sobre los vehículos privados tal como lo ha dicho el relator especial de la ONU sobre el derecho a un medio ambiente sano.

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