La alimentación es uno de los elementos más importantes para un buen funcionamiento de nuestro organismo. Incluso existen ciertos alimentos que pueden prevenirnos de enfermedades raras y no raras, solo hay que conocer todas las sustancias que ingerimos y qué propiedades tienen.
Tanto nuestro cuerpo como nuestra mente requieren una alimentación equilibrada que aporte la cantidad necesaria de nutrientes para un buen funcionamiento de ambos.
Pero a pesar de ser el elemento de mayor relevancia en cuanto a la salud física y mental, en muchas ocasiones, lo solemos pasar por alto, ya que el efecto de una mala nutrición no aparece al instante, sino que se manifiesta al tiempo de llevar un mal hábito alimenticio.
Es nada más que un hábito que creamos y que suele pasar factura como consecuencia de la mala ingesta de productos que no aportan a nuestro organismo aquello que realmente necesita para su buen funcionamiento. Y esto ocurre en mayor parte por la inconsciencia de con qué y cómo debemos sustentar ambos cuerpo y mente.
Para llevar una correcta alimentación que nos aporte la energía suficiente, y además regule y mantenga no solo nuestro cuerpo, sino también nuestra mente, es necesario conocer ciertas pautas alimenticias.
En primer lugar, hay que tener en cuenta el número de comidas mínimas que debemos hacer. En general se dice que se deben hacer tres ingestas de comida mínimas al día, aunque según algunos científicos no hay pruebas concluyentes que esclarezcan exactamente un número concreto de comidas al día.
En segundo lugar, debemos tener en cuenta qué tipo de nutrientes necesita nuestro cuerpo para funcionar correctamente. Hay alimentos que nos aportan energía, como son los hidratos de carbono, alimentos como las legumbres, las frutas y las verduras son las principales fuentes que contienen este tipo de nutrientes y que dan vitalidad al cuerpo.
Pero, ¿qué cantidad debemos ingerir al día para que éstos surtan efecto? Como dice Darío Pescador en su artículo, aunque no es un nutriente de vital importancia para nuestro cuerpo, es importante introducir una cantidad mínima de éste, sobre todo para la gente que hace deporte. Y no solo hay que tener en cuenta el deporte físico, sino también aquel que requiera cierta agudeza, como pueden ser los juegos mentales en los que se necesita gran concentración, pues incluso en algún juego de este tipo, como es el póker, son muchos los alimentos que mejoran el rendimiento para estar bien.
También, las proteínas son otro de los nutrientes a tener en cuenta, ya que fortalecen nuestros tejidos, así como nuestras células, enzimas y hormonas. Por tanto, éste debería ser un nutriente base en nuestra dieta.
Por otro lado, las grasas nos aportan un beneficio importante, ya que ayudan a recubrir y proteger nuestros órganos, además de ser una fuente de reserva para nuestro cuerpo. Pero como bien advierte el nutricionista chileno Samuel Durán, el problema está en consumir más de la cantidad que necesitamos. Su ingesta siempre se medirá en función del peso de cada cuerpo y, por tanto, de la necesidad de calorías que cada uno requiera.
Finalmente, tanto los minerales como las vitaminas actúan como refuerzo y escudo contra infecciones y demás agentes externos que puedan dañarnos. Pero como todo, en su justa medida, dependiendo del peso y edad de cada uno podremos saber cuánta cantidad sería la adecuada para nuestro organismo.
Si conseguimos mantener una alimentación equilibrada, no solo ayudaremos a nuestro cuerpo, sino que la mente, la cual también requiere de combustible para funcionar, recibirá una mayor respuesta positiva frente a una mente cansada y sin energía que la active.
Ambos, cuerpo y mente, van unidos. Así lo resumía el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, en una célebre cita: “La salud física no es solo una de las más importantes claves para un cuerpo saludable, es el fundamento de la actividad intelectual, creativa y dinámica”.