La silenciada guerra en el Sahara, iniciada el pasado mes de noviembre y que se desarrolla en la zona del muro de más de 2700 kilómetros creado por Marruecos, ha vivido en las últimas horas un incremento de los enfrentamientos militares.
El miércoles 7 de abril de 2021, durante una de las operaciones militares dirigidas contra el atrincheramiento de las fuerzas marroquíes, encontró la muerte un jefe de las unidades militares de la Gendarmería Nacional saharaui, Dah Al-Bendir.
Los hechos ocurrieron en la frontera, en Touizgui, en el sur de Marruecos, durante la retirada de una de las unidades de intervención que ejecutaron dos ataques en el interior de Marruecos. Un convoy de vehículos saharauis fue atacado con un dron Heron de procedencia israelí.
El militar saharaui falleció como consecuencia de las heridas produciéndose también otro herido. Los comandos saharauis tenían como objetivo los emplazamientos del ejército marroquí en Gseybet Achuhada y Graret al-Zawy, respectivamente.
Era el cuarto ataque, en la zona inicial del largo muro que recientemente, y cerca de Touizgui, se está ampliando en más de cincuenta kilómetros dentro del propio territorio marroquí, a escasa distancia de la frontera con Argelia. Los últimos e intensos combates han sido en Laaran.
Dah Al-Bendir, de 64 años, se unió al Frente Polisario en 1978 y ya había participado en la primera guerra del Sáhara hasta 1991. Se desempeñaba como comandante de la Gendarmería Nacional, era conocido dentro del establecimiento militar saharaui por su disciplina y dedicación al trabajo estudiando en la Academia militar Chahid el Wali.
La acción fue corroborada en esta ocasión tanto por fuentes saharauis como marroquíes. Según fuentes de varios medios de Marruecos murió en una «acción de sabotaje» en Touizgui al este del muro.
Desde el inicio de la guerra, según fuentes saharauis, habrían muerto seis de sus militares. En total el ejército saharaui desde el inicio del conflicto el pasado noviembre de 2020, tras invadir tropas marroquíes la zona fuera del muro en el extremo sur saharaui, en Guerguerat, ha reportado un total de 147 comunicados.
Por su parte, Marruecos no da cifras ni informa de los enfrentamientos, tan solo en foros militares se aborda la situación en el muro y trascienden datos por los incidentes militares que han afectado a la frontera en Mauritania.
Coincidencias atípicas en este caso reales. Marruecos, dicen los expertos, ha adelantado a España en la vacunación contra la COVID-19 cuando el país era un caos absoluto y los enfrentamientos con los saharauis eran apenas incipientes. Entre una y otra duda, Marruecos se rearmaba antes de adquirir vacunas para su pueblo. Sorprende, al menos a mi, esta casualidad o realidad. El caso es que cuando el adversario que reclama su legitimidad como pueblo y país, la República Saharaui, el impresentable rey Alauita «TIRA LA CASA POR LA VENTANA» y comienzan a llegar a diversos puertos y aeropuertos todo tipo de material bélico, sobre todo aviones, cazas de última generación, tanques y misiles, material del que hacía gala fechas antes, para enfrentar al Ejercito de la República Saharaui que, además, en esas fechas intermedias había dado varios golpes importantes al Ejército Real en las proximidades del celebérrimo muro defensivo. No es de extrañar que el conflicto vaya a más. Esperemos que la balanza se incline a favor del masacrado pueblo saharaui.