Las manifestaciones de los últimos días que, en toda Rusia y desafiando la prohibición de efectuar concentraciones, piden la libertad del Alexei Navalny, se saldan de momento con la detención de más de mil doscientos de sus partidarios.
El opositor ruso Alexei Navalny, quien después de tres semanas en huelga de hambre para exigir que pueda visitarle un médico de su confianza, ha sido trasladado a un hospital para tuberculosos de la colonia penitenciaria nº 3 de la región de Vladimir.
Navalny, abogado y militante de 46 años quien lleva mucho tiempo denunciando la corrupción de las élites y los funcionarios de la Federación de Rusia, fue víctima en agosto pasado de un intento de envenenamiento que estuvo a punto de costarle la vida, y cuyas secuelas sigue padeciendo.
Al mismo tiempo, el autoritario presidente Vladimir Putin, en su discurso anual, equivalente al estado de la nación, ha amenazado con una respuesta «dura» a Estados Unidos y a los países europeos, que apoyan la reivindicación de los manifestantes, y piden a su vez la liberación de Navalny, cuyo estado de salud preocupa cada vez más a sus familiares y seguidores.
«Los organizadores de provocaciones que amenazan nuestra seguridad lo van a lamentar. Espero que nadie tenga la idea de franquear una línea roja», ha dicho Putin y reproduce en su crónica el periodista del Huffington Post Kirill Kudryavtsev, quien añade que el mandatario ruso ha prometido una «respuesta asimétrica, rápida y dura».
Tanto Estados Unidos como los países de la Unión Europea, que reclaman no solo la libertad del opositor detenido cumpliendo una condena de dos años y medio –impuesta por «saltase la libertad condicional» cuando en agosto de 2020 estuvo participando en varios mítines en Siberia- sino también la verdad sobre la implicación de los servicios secretos rusos en su envenenamiento con Novitchok, un agente tóxico creado en los laboratorios de la KGB durante la guerra fría.
Unos expertos de la ONU, han pedido este miércoles 21 de abril de 2021, que les permitan «evacuarlo al extranjero para que se le pueda proporcionar tratamiento médico de urgencia». Los familiares de Navalny quieren que sea trasladado a un hospital civil de Moscú.