Tras veinticuatro días, el opositor ruso Alexei Navalny, de 44 años, ha anunciado este viernes 23 de abril 2021 que abandona la huelga de hambre que inició en marzo pasado para denunciar las condiciones de su detención, así como que no pudiera visitarle un médico de su confianza.
El motivo, según el mensaje publicado en su cuenta de Instagram, es que ha perdido la sensibilidad de parte de sus miembros.
Alexeo Navalny, el preso más célebre de Rusia, encarcelado en la colonia penitenciaria número tres de Pokrov, quien a causa de la huelga de hambre fue trasladado el lunes 19 al hospital para tuberculosos de la instalación carcelaria, según sus abogados se encuentra «muy debilitado» y necesita asistencia médica urgente.
Detenido en el aeropuerto de Moscú el 17 de enero 2021, cuando regresó a Rusia tras permanecer cinco meses en el hospital de La Caridad de Berlín, donde le trataron del intento de asesinato sufrido en agosto de 2020, fue sometido a un juicio rápido y enviado inmediatamente a la cárcel para cumplir una condena de tres años y medio, oficialmente por haberse saltado la libertad condicional, en un caso de supuesto fraude que se remonta a 2014, para participar en unos mítines de campaña en la región de Siberia.
En el mensaje dirigido a sus abogados, y publicado en Instagram, Navalny asegura que se han cumplido en parte sus exigencias, ya que le han visitado médicos civiles: «Gracias al apoyo de personas de buena voluntad, de Rusia y de todo el mundo, hemos conseguido enormes progresos. Hace dos meses no atendieron mis demandas (…) ahora, gracias a vosotros, me ha visitado dos veces un grupo de médicos civiles (…) me han hecho análisis y voy a poder ver los resultados y sus conclusiones».
Unas manifestaciones que, según el corresponsal en Moscú del diario francés Le Monde, «confirman las que facilitó el miércoles 21 de abril –el mismo día que recrudecieron las manifestaciones en las principales ciudades rusas para pedir la libertad del opositor- la mediadora de los Derechos Humanos de la Federación de Rusia, Tatiana Moskalkov», quien afirmó que cuatro médicos habían visitado a Navalny en el hospital.
Siempre según la información del diario francés, los resultados de los análisis se han entregado a los médicos personales de Navalny, que fueron quienes le pidieron abandonar inmediatamente la huelga de hambre ante la evidencia de «daños considerables» que podrían hacer «temer por su vida».
Estos facultativos aseguran que Navalny padece una doble hernia discal y las secuelas del envenenamiento con Novitchok –un poderoso agente tóxico creado en los laboratorios de los servicios secretos soviéticos durante la guerra fría- que obligó a mantenerle tres semanas en coma inducido.