Najir Hassain siempre soñó con ser periodista. Pero debido a limitaciones económicas, este vendedor de verduras del estado de Rajastán, en el norte de India, no pudo asistir a la universidad, informa Hanan Zaffar desde Nueva Delhi.
La motivación de Hussain para convertirse en reportero, sin embargo, se reavivó durante la pandemia tras unirse Twitter. En la plataforma, fue testigo de los crecientes casos de violencia contra las comunidades minoritarias de su país.
«Vi noticias sobre linchamientos, atrocidades policiales y discriminación por motivos de casta en Twitter y sentí que eran las historias de mi pueblo y de mi gente, ya que hay incidentes similares en nuestro estado. Inmediatamente sentí que debía informar sobre ellos también», dice Hussain.
Pero sin un título, el deseo de Hussain de informar no se materializó, ya que nadie quiso contratarlo.
«Aunque ser activo en Twitter me hizo conocer varios medios de comunicación y el tipo de periodismo que practican, no pude entender los entresijos del proceso de contratación», explica, y me limitaba a enviar un simple mensaje a los periodistas más veteranos diciendo: «¿Puedo unirme a su organización?»
Hussain no avanzó hasta fines de 2021, cuando Meena Kotwal, fundadora de The Mooknayak, le escribió para pedirle algunas coberturas.
El primer reportaje de Hussain se publicó en noviembre, y cubrió el acoso a un niño de una comunidad tribal de su estado. Desde entonces, ha escrito una veintena de historias para The Mooknayak y tiene una cuenta de Twitter verificada con 150.000 seguidores.
El caso de Hussain refleja el trabajo de Mooknayak, ya que se apoya en periodistas como él para documentar historias de personas y comunidades marginadas y postergadas.
«Muchos periodistas que proceden de entornos desfavorecidos y hacen trabajos manuales contribuyen a nuestro portal. Puede que no tengan un lenguaje o una oratoria fluidos, pero informan con más matices, ya que ellos mismos han estado expuestos a la violencia de una u otra forma», afirma Kotwal.
La fuerza que impulsó la creación de Mooknayak fue la propia experiencia de Kotwal con la discriminación por castas: una rígida estratificación social por tradición y herencia, que lleva a una exclusión social basada en la noción de pureza. Kotwal trabajaba como periodista dalit en un importante medio. Los dalit son considerados «intocables» y se encuentran en el estrato más bajo.
«Ir a la oficina se había convertido en una pesadilla, tanto que incluso intenté suicidarme dos veces. No solo se cuestionaba siempre mi mérito, sino que además me sometían a humillaciones habituales», afirma.
Después renunciar por discriminación, a Kotwal le costó conseguir otro puesto, ya que fue boicoteada por varias empresas de comunicación: «Esto da una idea clara de lo ‘democráticas’ que son estas redacciones supuestamente progresistas», cuenta.
Tras año y medio buscando trabajo, Kotwal se dio cuenta de que ni los medios alternativos ni los emergentes «medios bahujanos» –término que se da a los nuevos medios de comunicación que abarcan a las comunidades socialmente discriminadas– estaban dirigidos por mujeres de una casta o minoría religiosa: «Quería tener mi propia plataforma y micrófono para representar a mi pueblo, así que creé una», dice Kotwal.
El 30 de enero de 2021, Kotwal lanzó The Mooknayak, un portal web de noticias centrado en los problemas de los grupos marginados y desfavorecidos de la India, especialmente las mujeres, los dalits y las minorías religiosas.
Por y para las minorías discriminadas
En la actualidad, Mooknayak tiene un equipo de diez miembros que informan y difunden noticias relacionadas con las comunidades oprimidas de la India. En el último año, el sitio ha crecido rápidamente.
«Hemos visto un aumento continuo del número de personas que consumen nuestros contenidos desde que empezamos. Tal vez haya una sensación de conexión», dice Kotwal.
Avinash Barala, periodista en Mooknayak de la comunidad dalit, cree que el periodismo es la única forma de dar a conocer la situación de su pueblo. «Para las personas que pertenecen a comunidades como la mía, incluso presentar una queja es impensable», dice, y por eso, «tener una plataforma de mayor alcance para informar sobre mi comunidad es un gran alivio para mí».
Kotwal dirige el portal sin ningún tipo de financiación política o empresarial, ya que no quiere que la autonomía editorial de su plataforma y sus periodistas se vea afectada por intereses de terceros.
«Mooknayak depende exclusivamente de donaciones públicas y el crowdfunding. Recibimos donaciones de entre 0,25 y 6,25 dólares de tiradores de rickshaw (vehículos de dos ruedas movidos por tracción humana), vendedores ambulantes e incluso jornaleros. Se sienten escuchados y contribuyen con lo poco que pueden», explica Kotwal.
Falta de representación
Expertos afirman que la falta de representación de las castas inferiores en los medios indios está propiciando el surgimiento de una nueva raza de periodistas que contrastan con los usuales de clase alta.
«Los medios indios han sido, desde sus inicios, excluyentes y han estado dominados principalmente por las castas altas hindúes, por lo que otros grupos sociales quedaron excluidos. Pero ahora hay intentos de tener representación a través de medios alternativos», afirma Dilip Mandal, un veterano periodista y autor especializado en las castas el país.
En un estudio colaborativo de 2019 de Oxfam India y Newslaundry se descubrió que el 88 por ciento de los periodistas y editores de las redacciones indias pertenecen a grupos de casta superior, a pesar de que esta representa el 20 por ciento de la población total del país. Como es de esperar, los contenidos también se inclinan hacia los intereses de las castas superiores y en contra de los intereses de las castas inferiores.
«Los medios dominantes crean un vacío que los medios bahujanos intentan llenar. Y si bien no son capaces de llenarlo por completo, tienen una buena tracción», observa Mandal.
Si bien el proceso ha sido gradual, la aparición de medios alternativos bahujanos como Mooknayak señala una tendencia notable hacia una nueva era de movilización social mediante la documentación digital, el archivo y la difusión a gran escala, y en pos de la cobertura de temas que importan a esta comunidad históricamente desfavorecida.
- Este artículo se publicó originalmente en IJNET, la red internacional de periodistas.
- Distribuido por la IPS
Las castas fueron abolidas por la Constitución de independencia de India de 1947.
Es triste que 75 años después sigan existiendo brotes de violencia y peor aún en medios de comunicación. Oficialmente la discriminación por casta es un delito.