La Organización de las Naciones Unidas ha lanzado un plan regional con el que espera recaudar 1720 millones de dólares, para apoyar la atención de migrantes y refugiados de Venezuela y sus comunidades de acogida, en diecisiete países de América Latina y el Caribe, informa la IPS desde panamá.
En la región se han establecido o están en tránsito seis de los 7,1 millones de migrantes y refugiados que han salido de Venezuela, el mayor fenómeno migratorio hasta ahora conocido en el hemisferio y uno de los mayores del mundo.
La iniciativa de atención a los venezolanos y a comunidades de acogida se convierte en la mayor estructura de respuesta coordinada de la ONU en el mundo, pues abarca desde la frontera norte de México hasta la Patagonia en el extremo sur de Chile.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) serán las entidades que liderarán la iniciativa, a través de su Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V)
«Las personas refugiadas y migrantes de Venezuela no pueden ser olvidadas. Muchas han visto sus vidas paralizadas y millones luchan por alimentar a sus familias o encontrar oportunidades para reconstruir sus vidas», dijo Eduardo Stein, quien fue vicepresidente de Guatemala y es el coordinador de la R4V.
El plan se enfocará en la provisión de atención humanitaria, integración socioeconómica, oportunidades de empleo, educación y regularización, así como programas de bienestar social para las comunidades migrantes y de acogida.
Los migrantes «están deseosos de contribuir a sus comunidades de acogida con sus conocimientos, habilidades y creatividad, y lo han estado haciendo, pero necesitan nuestro apoyo para superar sus retos más acuciantes», expuso Stein.
El plan intentará responder a un contexto regional más complejo y que vislumbra un crecimiento de venezolanos en diversos países de la región, que puede llegar a 7,4 millones en 2024, así como al surgimiento de nuevos flujos multidireccionales.
Los países de la región con mayor número de migrantes y refugiados venezolanos son Colombia (2,5 millones), Perú (1,5 millones), Ecuador (502.000), Chile (448.000), Brasil (388.000), Argentina (171.000), Panamá (145.000), República Dominicana (115.000), México (87.000) y Trinidad y Tobago (35.000).
Según un reciente estudio de la R4V sobre sus necesidades, 73 por ciento de esa población requiere asistencia, y el nuevo plan espera atender a 2,3 millones de migrantes en 2023 y a 2,14 millones en 2024.
Muchos venezolanos han tenido problemas para acceder a la alimentación y la vivienda, producto del incremento en el costo de vida en la región como consecuencia de la guerra en Ucrania entre otras causas, y a oportunidades de empleo, en buena medida por falta de regularización de su estatus.
En Ecuador, por ejemplo, 86 por ciento de los migrantes venezolanos aseguran no tener ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas, y en Chile 13 por ciento de ellos vive por debajo del umbral de pobreza.
A pesar de la reapertura de las aulas, muchos niños, niñas y adolescentes refugiados y migrantes siguen enfrentando obstáculos para acceder a los servicios educativos en sus países de acogida, sobre todo por la falta de cupos o de espacio en las escuelas
Junto con dirigir iniciativas en esa dirección, el plan de R4V espera atender el próximo año a más de 400.000 venezolanos en tránsito multidireccional a lo largo del Corredor Andino (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú), así como entre Colombia y América Central y México.
Los nuevos mecanismos de control, promulgados por varios países para limitar el flujo irregular de personas refugiadas y migrantes, especialmente hacia el norte, han contribuido a hacer más complejos los flujos y movimientos.
Eso ha provocado que los migrantes que no pueden integrarse en los países afectados consideren volver a los anteriores países de acogida o regresar a su país de origen.
A lo largo de 2022 las agencias de la ONU detectaron incremento en el uso de rutas irregulares peligrosas y cruces fronterizos informales, debido a la falta de documentación, el aumento de los requisitos de visado, la situación irregular y la falta de medios de vida o de perspectivas de integración socioeconómica.
Este deterioro ha expuesto aún más a las personas refugiadas y migrantes a los riesgos de la trata, así como a la explotación y el abuso a manos de contrabandistas, traficantes y otras redes criminales.
Factores como la irregularidad generalizada, la pérdida de medios de vida o la competencia por ellas, las limitadas oportunidades de escolarización y la falta de viviendas asequibles han contribuido a generar tensiones sociales, que en ocasiones han dado lugar a incidentes de xenofobia, discriminación o violencia.
El Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes 2023-2024 de R4V reúne a 228 entidades asociadas, incluidas organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales.
El anterior plan de R4V (2021-2022), para atender hasta 4,3 millones de venezolanos y comunidades de acogida, recogió solo una porción de los 1790 millones de dólares inicialmente solicitados a la comunidad internacional donante.