El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha aprobado este 7 de junio 2023 un préstamo, de 400 millones de dólares, para apoyar el desarrollo de la industria del hidrógeno verde y sus derivados en Chile, informa la IPS desde Washington.
El préstamo «permitirá al país avanzar en el desarrollo de un sector de alto potencial que, además de impulsar la economía, contribuirá a promover la sostenibilidad ambiental y a enfrentar el cambio climático, con enfoque inclusivo», señaló María Florencia Attademo-Hirt, representante del BID en el país austral.
Los recursos se destinarán al financiar nuevos proyectos, desarrollo de la demanda local, formación de capital humano, creación de bienes y servicios intermedios que faciliten el desarrollo de la industria, investigación aplicada, desarrollo e innovación tecnológica, y fomento del emprendimiento en el sector.
La entidad multilateral destacó que «las instituciones, empresas y emprendimientos que forman parte de esta cadena de valor, así como trabajadoras y trabajadores de la industria, se verán beneficiados con la operación».
Argumentó que «dadas las ventajas naturales de Chile para producir energías renovables a bajo costo, la creciente demanda global de hidrógeno verde presenta una gran oportunidad no sólo en términos de productividad sino también de sostenibilidad».
Según la Agencia Internacional de Energía, para 2050 se producirán alrededor de trescientos millones de toneladas de hidrógeno anualmente, más de cuatro veces la demanda actual, y se espera que casi la mitad sea en forma de hidrógeno verde, el que se produce a partir de energías renovables.
Por otra parte, Chile es el país de América Latina y el Caribe con mayor emisión de dióxido de carbono per cápita (4,61 toneladas anuales en 2021), y sus emisiones duplican las de Brasil, Uruguay y Perú, ubicándose cerca a los niveles de países europeos industrializados como Reino Unido, Francia y España.
En ese escenario, «fortalecer la industria del hidrógeno verde será crucial para que el país austral avance en los objetivos globales que señala el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC en inglés) de reducir emisiones a la mitad en el 2030 y alcanzar las cero emisiones netas antes de 2050», según el BID.
El término hidrógeno verde se refiere a la producción de hidrógeno generada por energías renovables bajas en emisiones. Requiere una reducción de emisiones de al menos sesenta por ciento respecto de umbrales de referencia, como la producción de hidrógeno gris, que se obtiene a partir del vapor de gas natural.
Entre sus principales usos está el empleo como combustible para pilas y motores de combustión, como los de camiones y automóviles, con la ventaja de que es una fuente de energía limpia que solo emite vapor de agua y no deja otros residuos en el aire, a diferencia del carbón y el petróleo.
El banco también señaló que la inversión en la industria del hidrógeno verde en Chile aún es incipiente y enfrenta los retos de las industrias nacientes: el historial de proyectos de ese sector energético es limitado, los altos costos de la tecnología y la incertidumbre de desempeño en el largo plazo.
El préstamo, aprobado por el Directorio Ejecutivo del BID, es la segunda operación en el marco de la línea de crédito condicional para proyectos de inversión, de mil millones de dólares, para la productividad y el desarrollo sostenible en Chile.
Tiene un plazo de amortización de veinticuatro años, un período de gracia de seis años y medio, y una tasa de interés basada en la Secured Overnight Financing Rate, que utiliza los costos reales de las transacciones en el mercado de recompra, calculados por la Reserva Federal de Nueva York.