El parlamento iraquí estudia la promulgación de un ley que castiga con pena de muerte o cadena perpetua las relaciones homosexuales, añadiendo una herramienta más a la persecución que ya sufren los colectivos LGTB en el país, según la información publicada en el diario francés Libération.
El texto de la ley, presentada en el Parlamento el pasado 15 de agosto por el diputado independiente Read Al-Maliki, consta de tres páginas y prevé también castigar la «promoción de la homosexualidad» con siete años de cárcel y multa de 15 millones de dinares (10.550 euros), así como lo que denomina «feminización» o «imitación de las mujeres mediante la utilización de productos cosméticos o ropa femenina»; o también la ingestión por parte de los hombres de «preparados medicinales a base de hormonas para conseguir signos de feminidad», delito castigado con tres años de cárcel y diez millones de dinares de multa (7000 euros).
La organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) ha publicado un comunicado pidiendo la retirada del proyecto que amenazaría la vida de los iraquíes de la comunidad LGTB «ya enfrentados a un ambiente hostil», según declaraciones de Rasha Younes, investigadora del programa «Derechos LGTB en HRW», quien señala que «los legisladores iraquíes están dirigiendo un mensaje terrible a las personas LGTB, considerando que sus discursos son criminales y sus vidas sacrificables».
«El Parlamento –escribe Libération- pretende ‘llenar un vacío jurídico’, según ha explicado a la Agencia France-Presse el diputado Saoud al-Saadi, del partido islamista chíita Houqouq, escaparate político de las Brigadas de Hezbollah, influyente grupo armado cercano al vecino Irán».
Actualmente, el código penal iraquí no tiene ninguna ley sobre homosexualidad pero las autoridades recurren a otras leyes para perseguirla, y entre ellas al artículo que establece «cadena perpetua o varios años de prisión» para la sodomía. Otros artículos del código penal castigan «la indecencia pública», «la falta de pudor», y autorizan a los padres a «disciplinar a su familia dentro de los límites de la ley y la costumbre».
En un informe publicado en marzo de 2022, HRW hacía un escalofriante retrato de la vida cotidiana de los LGTB iraquíes: palizas de hombres armados, persecución de las aplicaciones de citas, controles arbitrarios de las fuerzas de seguridad buscando «cortes de pelo demasiado femeninos para un hombre o demasiado masculinos para una mujer», torturas, asesinatos…».
Ser homosexual o trans en Irak ya era un infierno, y lo será aun más si se aprueba el proyecto de ley. Hay grupos armados, y también individuos, que se dedican a ‘disciplinar’ todo lo que se salga de la norma en Irak, asegura Rasha Younes.
El carácter arbitrario de los ataques y el hecho de que tengan lugar en pleno día, y en público, demuestran el clima de impunidad que disfrutan sus autores. En este contexto, promulgar una ley que criminalice la homosexualidad lo único que hace es arrojar aceite al fuego. Es un insulto para las personas que tienen que protegerse de esos grupos armados que les persiguen».
Censura
Una información del pasado 10 de agosto publicada en el digital francés Komitid, especializado en noticias relacionadas con el mundo LGTBI+, asegura que la Comisión Iraquí de las Comunicaciones y los Medios quiere que el gobierno prohiba la utilización de los términos «homosexualidad» y «homosexual» en las redes sociales y en los medios de comunicación.
La Comisión considera que para designar a las personas del colectivo LGTBI+ es más apropiado usar el término «desviación sexual».