Encarceladas en la tristemente célebre prisión de Evin, en Teherán –donde habitualmente se viola y tortura a los internados, a veces hasta la muerte- las periodistas Elaheh Mohammadi, de 36 años y Niloufar Hamedi, de 31, se encontraban en espera de sentencia desde finales de septiembre de 2022, cuando las detuvieron por informar sobre el asesinato en una comisaría de la capital iraní de la joven kurda de veintidós años Mahsa Amini, tras ser detenida por la policía de la moral porque llevaba mal puesto el velo islámico.
Después de un proceso que se inició el pasado 29 de mayo y se ha prolongado durante cinco meses a puerta cerrada, la agencia judicial Mizan Online ha informado de que el tribunal condena a siete años de cárcel a Niloufar Hamedi, periodista del diario reformista Shargh, por colaboración con Estados Unidos, cinco años por complot contra la seguridad del país y un año por propaganda contra la República Islámica. La periodista fue detenida cuando acudía al hospital para interesarse por el estado de la joven, que había sido maltratada en la comisaría, y tomó una fotografía de la familia enlutada que después publicó en las redes sociales.
Para Elaheh Mohammadi, quien cubrió los funerales de Masha Amidi en su calidad de reportera del diario Ham Mihan, la condena ha sido de seis años de cárcel por colaboración con Estados Unidos, cinco más por complot contra la seguridad del país y otro año por propaganda contra la República Islámica.