Ileana Alamilla[1]
En este mes lluvioso, azul y blanco, a pesar de los temblores y las tragedias vividas, siempre por los pobres, algunas cosas podemos rescatar como positivas, particularmente la remembranza de los cien años del natalicio de Arbenz y los 192 de la Independencia.
Se han celebrado homenajes a Jacobo Árbenz Guzmán, el Soldado del Pueblo. Se honró a ese expresidente digno, a quien intentaron humillar, junto con su familia. Ese estudiante brillante que llegó a la alta magistratura desde donde intentó desarrollar, en un régimen democrático, el capitalismo.
Pero la osadía de emitir leyes en beneficio de la clase trabajadora, de nacionalizar las tierras de la Frutera, propietaria de la mitad de las extensiones cultivables, de construir un ferrocarril y de permitir la libertad de pensar, le costó el derrocamiento y el destierro, que conllevaron la tragedia personal, familiar y la de nuestra Patria, pisoteada por los invasores del norte y las huestes mercenarias de la “liberación”.
Hoy se le menciona con honor, con orgullo patrio; se le recuerda, se le celebra y se le añora. Hay condiciones para eso y para difundir sus logros. Recordándolo, nos preguntamos ¿Habrá más militares como él, como los del 2 de Agosto o como los del movimiento 13 de Noviembre?
En la Hemeroteca Nacional, este año se produjo un hallazgo extraordinario, se trata de periódicos murales que fueron utilizados durante el segundo gobierno de la Revolución, para informar a la población. Es encantador escuchar el relato que cuenta la directora de esa Institución, periodista María Eugenia Gordillo, quien orgullosa muestra los lienzos y cuenta que eran pegados en los muros y, una vez cumplida la tarea, se anunciaba con un grito: ¡Bando! Esos órganos de la Revolución, llamados ¡Alerta! y Guatemala Nueva, eran semanales y editados por la secretaría de propaganda y divulgación de la Presidencia. Sus textos tenían un contenido político y social relacionado con los objetivos y logros de la Revolución, muchos dedicados al agro, al campesino, al maíz, a la Patria.
En uno de ellos se lee: “Amemos, respetemos y defendamos la soberanía. Guatemala es de todos y para todos los guatemaltecos que la sepan amar y engrandecer”. Eran publicaciones con alto contenido político, con grabados, con fotografías en blanco y negro, de artistas como Arturo G. Bustos, J. López, Gadef y Uramas. La Revista D, sección Imágenes, publicó fotos que hay que ver.
Lamentablemente, el Ministerio de Cultura no se ha interesado en la conservación y difusión de este periodismo alternativo.
En relación con la Independencia, hubo varias publicaciones y programas que plantean otra versión de ella, la que según reconocidos historiadores, como Horacio Cabezas, no fue lo que nos han hecho creer, pues los verdaderos intereses que la motivaron fueron los de la oligarquía criolla, que buscaba mantener sus privilegios enriquecedores. Esto está documentado en el llamado Plan Pacífico de Independencia, el cual les garantizaría la permanencia del statu quo.
Recuperar nuestra historia es honrar a la Patria, siempre que recordemos que Patria es pueblo.
- Ileana Alamilla, periodista guatemalteca, fallecida en enero de 2018.
