Medallistas olímpicos advirtieron los riesgos que entraña el calor, derivado del cambio climático, para el rendimiento e incluso para la vida de los atletas que participarán en los Juegos Olímpicos de París que se inician el 26 de julio, informa la IPS desde Londres.
El británico Sebastián Coe, cuatro veces medallista olímpico y presidente de World Athletics (la federación internacional de atletismo) advirtió «consecuencias que pueden ser variadas y de gran alcance», para los competidores.
Coe dijo que pueden producirse «desde problemas menores que afectan al rendimiento, como la interrupción del sueño y los cambios de última hora en los horarios de las pruebas, hasta el agravamiento de los efectos sobre la salud, el estrés y las lesiones relacionadas con el calor».
«Con el continuo aumento de las temperaturas globales, el cambio climático debería considerarse cada vez más como una amenaza existencial para el deporte», añadió.
Katie Rood, delantera en la selección de fútbol de Nueva Zelanda, dijo que «es una perspectiva aterradora cuando vemos la dirección que están tomando las cosas y lo rápido que se está deteriorando el clima a nuestro alrededor».
«No está en el ADN de un atleta detenerse, y si las condiciones son demasiado peligrosas, creo que existe un riesgo de muerte», dijo por su parte Jamie Farndale, jugador de rugby de Gran Bretaña.
Las declaraciones acompañan el documento «Anillos de Fuego», que divulgaron las organizaciones Frontrunners y la Asociación Británica para el Deporte Sostenible, sobre el tema del calor durante la 33 Olimpíada, que se celebrará en la capital francesa hasta el 11 de agosto.
El texto recuerda que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (celebrados en julio y agosto de 2021 debido a la pandemia covid-19) ya se conocieron como «los más calurosos de la historia», con temperaturas que superaron los 34 grados centígrados y una humedad cercana a 70 por ciento.
Los Juegos de París «tienen el potencial de superar» el calor vivido en Tokio, «ya que el cambio climático impulsado por la quema de combustibles fósiles ha contribuido a las rachas de calor récord de los últimos meses», según el documento.
Destaca que 2023 «fue el año más caluroso jamás registrado, y 2024 ha continuado esta racha».
Evoca «la mortífera ola de calor que asoló Francia en 2003», en la que murieron más de 14.000 personas según el documento, y los años posteriores de temperaturas récord, que superaron los 42 °C.
El informe contiene cinco recomendaciones para las autoridades deportivas. En primer lugar, hacer una «programación inteligente» para evitar los momentos pico de calor.
Luego, mantener a salvo a los atletas y aficionados con mejores planes de rehidratación y refrigeración, apoyar a los atletas para que se pronuncien sobre el cambio climático, e impulsar la colaboración entre organismos deportivos y atletas en campañas de concienciación sobre el clima.
Y, además, «reevaluar el patrocinio de combustibles fósiles en el deporte».
El presidente de Athletics Kenya, Jackson Tuwei, dijo que «las conclusiones de este informe son graves, pero no nos sorprenden como país que este año ha recibido tan vívidos recordatorios de los devastadores efectos del cambio climático, más recientemente en las inundaciones que se cobraron tantas vidas en abril y mayo».
Yusuke Suzuki, marchador japonés y campeón del mundo en 2019, expuso que las duraderas consecuencias de las enfermedades causadas por el calor hicieron descarrilar sus sueños olímpicos en Tokio y tuvieron un profundo impacto personal y profesional, incluso en su salud física y mental.
La triatleta mejor clasificada en la historia de la India, Pragnya Mohan, describió que con el calor se expone «a peligros aterradores, que pueden ser mortales», ya que «sientes que tu cuerpo se apaga», y sostuvo que ya no puede entrenar en su país de origen debido al calor.
Otros atletas incluidos en el informe fueron Sam Mattis, estadounidense lanzadora de disco, las británicas Hannah Mills e Imogen Grant, campeonas olímpicas en vela y remo, la neozelandesa Eliza McCartney, de salto con pértiga, y los australianos Rhydian Cowley, corredor, y Kesley-Lee Barberl lanzadora de jabalina.
También la remera canadiense Jenny Casson, la velocista suiza Ajla Del Ponte, la italiana Elena Vallortigara, de salto de altura, y los futbolistas Morten Thorsby, de Noruega, y Katie Rood, de Nueva Zelanda.