Horizontes Latinos arranca con la mexicana “La jaula de oro”


“Futbolín” que se acaba de estrenar en Argentina con el título de “Metegol”, ha superado ya un millón de espectadores en su primera semana de exhibición. Tras su presentación en San Sebastián, tiene fecha de estreno en España el próximo 20 de diciembre. Película de animación en 3D, “Futbolín” relata la historia de Amadeo, un joven hábil jugador de futbolín, que trabaja en un bar del pueblo y está enamorado de Laura su amiga de infancia. Para salvarla a ella y a los suyos Amadeo se enfrentará con “el crack”, un jugador profesional de fútbol que quiere vengarse de la derrota sufrida cuando era niño jugando al futbolín. Una historia de aventuras, amor y amistad en torno al mas popular de los deportes y a su declinación en los juegos infantiles.
Primera incursión en el cine de animación para el veterano director argentino Juan José Campanella, conocido autor de comedias sentimentales como “El secreto de sus ojos” (2009 Premio Goya a la mejor película latinoamericana), “El hijo de la novia” (Nominada a los premios Oscar) o “Luna de Avellaneda”. “Futbolín”, coproducción hispano argentina, será en todo caso un buen impulso para el desarrollo del II Foro de Producción Europa América Latina, una de las grandes apuestas del director del festival Jose Luis Rebordinos, que cuenta con 16 proyectos en esta 61 edición.
La inauguración de la sección “Horizontes Latinos”, con una selección de once largometrajes latinoamericanos, está prevista con la proyección de la película mexicana “La jaula de oro”, del director español Diego Quemada Díez, premiada ya a su paso por Cannes en la sección “una cierta mirada”, por el trabajo conjunto de sus actores: Brandon López, Rodolfo Dominguez, Karen Martinez y Carlos Chajon. Todos ellos actores no profesionales, muy bien dirigidos y que expresan una gran naturalidad en su actuación.
Diego Quemada Díez, director de cine español afincado en México, empezó su carrera como ayudante de dirección, destacándose por su trabajo junto al británico Ken Loach y a la catalana Isabel Coixet. Aunque abordando un tema recurrente en el cine mexicano contemporáneo, el del paso clandestino a los Estados Unidos de los emigrantes latinoamericanos, Quemada Díez logra dar a su excelente guión un tratamiento muy original con una mirada muy crítica sobre el pretendido “dorado” americano. Su puesta en escena crea una atmósfera cercana al documental filmando a sus personajes muy de cerca y con gran realismo.
La película cuenta la historia de tres jóvenes –dos chicos y una chica disfrazada de muchacho- que buscan a escapar a la pobreza en la que viven en Guatemala, y se lanzan en un peligroso viaje a través de la via ferrea que conduce hasta los Estados Unidos. En su recorrido conocen a un joven indio que se une a ellos en esa aventura, en la que serán víctimas tanto de la policia como de las “maras”, bandas de desalmados delincuentes que operan en la región.
Numerosas vicisitudes y situaciones inesperadas van construyendo este convincente relato con mucha emoción y sobriedad en su tratamiento. Si la relación con el indio -que no habla una palabra de español- es al principio conflictiva, las diferentes pruebas y desventuras que van a sufrir a lo largo del viaje van forjando entre ellos una relación de amistad. Quemada Díez logra dar así una existencia sicológica y un peso real a cada uno de sus jóvenes protagonistas.




