La periodista saharaui Salha Boutenguiza ha sufrido una nueva agresión –y van cinco- por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes en la localidad saharaui de El Aaiún.
El último ataque fue hace escasos días, junto a la defensora saharaui de derechos humanos Mahfuda Lefkir. Ambas fueron brutalmente agredidas en la calle Smara, en la ciudad saharaui de El Aaiún, por miembros de la policía marroquí, que las golpearon y patearon dejándoles profundas cicatrices y heridas por todo el cuerpo.
La periodista, corresponsal de TVRASD, sufrió hace dos años, en mayo de 2023, otra agresión por agentes de los servicios de inteligencia marroquíes que ocuparon su casa en El Aaiún, tras asistir a un acto conmemorativo de la creación hace medio siglo del Frente Polisario.
Las otras dos agresiones anteriores sufridas fueron en marzo de 2023, cuando fue objeto de acoso policial en un control cuando viajaba junto a la también activista Maluma Abdalla, y luego el día 25 del citado mes, recibió una paliza de un alto cargo de seguridad, un comandante marroquí y sus ayudantes, al salir de su casa, sufriendo heridas de diversa consideración en la espalda, brazo y una pierna.
Ya anteriormente había denunciado que su domicilio estaba sistemáticamente «bajo vigilancia», sufriendo en varias ocasiones vejaciones, agresiones físicas y verbales. Previamente, en 2017, fue agredida en Rabat teniendo que ser atendida en un hospital.
Las fuerzas de seguridad marroquíes durante todo este tiempo le impiden ejercer su derecho a trabajar como periodista, cubriendo diversas actividades relacionadas con manifestaciones pacíficas en las ciudades ocupadas o recibiendo a presos políticos saharauis.
Salha Boutenguiza es una destacada periodista autodidacta y defensora de los derechos humanos en el Sáhara. Comenzó su trabajo en materia de medios de comunicación y derechos humanos como miembro del comité de medios del campamento de Gdim Izik en 2010. Ha documentado violaciones de derechos humanos en el Sáhara a través de su trabajo periodístico.
Como parte de sus actividades proderechos humanos, participa en manifestaciones pacíficas exigiendo el derecho a la autodeterminación. Además, aboga por la libertad de los presos políticos saharauis y organiza talleres para apoyar a sus familias.
Marruecos continúa con su campaña de represión, persecución y acoso a activistas de derechos humanos en represalia por su activismo, sus reivindicaciones por el derecho a la autodeterminación y en contra de la ocupación marroquí.
El equipo de corresponsales de la Televisión Saharaui y la Unión de Periodistas y Escritores de Saharauis (UPES) condenaron ya entonces la intimidación y represión que practican las fuerzas de ocupación marroquíes contra los periodistas saharauis solicitando la intervención de gobiernos y organizaciones internacionales de Derechos Humanos para protegerlos.
Hay que recordar el apagón informativo que vive el Sahara, donde se prohíbe la presencia de organizaciones internacionales de derechos humanos y de periodistas independientes sobre el terreno, y recientemente se ha expulsado a varios españoles.