Si a usted le gustan los boleros seguro que Omara Portuondo es una de sus intérpretes favoritas, aunque no fue este el único género en el que triunfó como cantante. Omara cumple 95 años este 29 de octubre 2025 y hasta hace nada seguía cantando y grabando discos.
En sus últimas actuaciones, la última en 2023, ya tenía que cantar sentada en una silla, pero su voz era aún sorprendentemente dulce y emotiva.
Mucha gente la recuerda como una de las intérpretes que el director de cine Win Wenders incluyó en aquel documental inolvidable titulado «Buenavista Social Club», donde cantaba con Ibrahim Ferrer una emocionante versión de «Silencio».
Omara Portuondo nació en La Habana, en el popular barrio de Cayo Hueso, de una familia con antecedentes españoles que con los años hizo fortuna en Cuba. Sus padres le habían preparado un casamiento a su altura con un rico hacendado de la isla, de raza blanca, pero en vísperas de la boda la joven Omara se fugó con el hombre del que se había enamorado, Bartolo Portuondo, un jugador de béisbol, negro, amigo del poeta Nicolás Guillén.
Cuando se acabaron los años de triunfos deportivos Bartolo se quedó sin trabajo con una mujer y tres hijas a las que alimentar. No tenían dinero pero tenían la música y en su casa, como no había radio ni gramófono, se cantaba a todas horas para mitigar la situación de penuria.
Canciones de Ernesto Grenet y boleros de Sindo Garay y Compay Segundo alegraban en sus voces las jornadas de aquella familia. Su hermana Haydée, quien estaba en el cuerpo de baile del cabaret Tropicana, consiguió meterla en la coreografía de la compañía, donde Omara llegó a formar pareja con su primer bailarín, Rolando Espinosa.
Entonces pensaba que su futuro estaría ligado al ballet pero seguía cantando como aficionada con Loquibambia, un grupo dirigido por el pianista ciego Frank Emilio quien hacía una música entre jazz y swing, una mezcla que la gente llamaba feeling.
Con los años, cuando Omara triunfó como cantante, aún se la recordaba por este estilo musical hasta el punto de que su nombre artístico era «La novia del filin» y la crítica la comparaba con Billie Holiday.
Después formó parte de un cuarteto de voces femeninas, también con su hermana, que en 1957 llegó a grabar un disco con la compañía RCA y a hacer giras por la isla con artistas cubanos consagrados: Bola de Nieve, Benny Moré, Compay… Aquel cuarteto de mujeres fue elegido para acompañar a Nat King Cole cuando actuó en Tropicana.
La revolución de Fidel Castro la sorprendió en Miami con aquel cuarteto en el que cantaba con su hermana. Haydée decidió quedarse en Estados Unidos, pero Omara regresó a Cuba para continuar su carrera como solista. Lo hizo acompañada de big bands con las que cantaba en giras por toda la isla.
Como solista grabó varios discos (el primero «Black Magic», ya en 1959), pero apenas se oían más allá de Cuba. Aunque muy popular en su tierra, el éxito internacional le fue esquivo durante muchos años, hasta que en 1984, con más de cincuenta años, grabó con Adalberto Álvarez dos LPs para el sello español Nubenegra.
Fueron estos discos los que la dieron a conocer fuera de Cuba y le facilitaron la entrada en 1996 en el proyecto Buenavista Social Club, el colectivo en el que se basó el documental de Win Wenders, donde estaban nombres consagrados en el mundo del bolero como Eliades Ochoa, Ibrahim Ferrer y Compay Segundo.
En el 2000, con más de setenta años, grabó el disco «Flor de amor», un trabajo decisivo con el que consiguió un galardón de la revista Billboard y una nominación a los Grammy latinos, un premio que consiguió más tarde, con casi ochenta años, por el mejor Álbum Tropical Contemporáneo, titulado «Gracias», un disco en cuya grabación habían participado Pablo Milanés, Chico Buarque y Jorge Drexler.
En 2020, el año de la pandemia del Covid, se publicó su disco «Mariposas» y en 2023 aún ganó otro Grammy al Mejor Álbum Tropical Tradicional con «Vida». Fue el mismo año en el que tuvo que retirarse de los escenarios.
Actualmente vive en un apartamento de La Habana con vistas al malecón. El cineasta Orlando Pérez hizo en 1986 un documental sobre su vida que fue premiado en el Festival de Cine de Cannes. El periodista Oscar Oramas Oliva escribió su biografía «Omara, los ángeles también cantan».
