CaminaMadrid ocupa la calle cómo escenario del arte arquitectónico y te enseña rincones recónditos
Dos arquitectos madrileños han creado 12 rutas por Madrid para “crear conciencia de lo que se ha perdido, aprender a valorar lo que tenemos y defenderlo”. En las visitas guiadas utilizan la técnica cinematográfica del director Woody Allen porque con ellas pretenden que el visitante se “enamore” de Madrid.
CaminaMadrid, la empresa de estos dos arquitectos emprendedores, quiere transformar la calle en su escenario y descubrir su ciudad con una “guía diferente”. Descubrir Nueva York, Roma, Barcelona, Venecia o París sentado en una butaca con el cineasta americano, alzando la vista hacia la pantalla, mirando por encima de nuestras cabezas y descubrir lo que hasta ahora “nunca había existido” es lo que pretende CaminaMadrid.
Madrid a precios de crisis
Las visitas que comienzan en otoño tienen una duración de entre dos horas y dos horas y media, a precios que oscilan entre los 5 y los 12 euros por persona, dependiendo de los recorridos que se contraten a lo largo de las semanas, en sucesivas salidas. Los grupos están formados por un máximo de 20 personas y se pueden hacer en tardes laborables y fines de semana.
Los recorridos son monográficos y singulares: la arquitectura medieval, renacentista, barroca, ilustrada, la Gran Vía, la calle Alcalá o el Románico Palentino. Tres de los itinerarios recorren jardines cómo el Parque del Retiro, el Jardín Botánico o el Parque del Capricho, en la Alameda de Osuna.
No son rutas al uso ni visitas guiadas dentro de un canon establecido. Estos arquitectos, guías de excepción, interactúan con su público como si de una representación de teatro se tratara. Su escenario son las calles, los parques , las iglesias y los edificios civiles e institucionales de Madrid. Los “okupan” y te descubren hallazgos sorprendentes y joyas escondidas dentro de un portal, detrás de una fachada o en el interior de un antiguo ascensor.
Santi, uno de estos guías de excepción, reconoce que la arquitectura “ha sido siempre muy endogámica, necesita abrirse a la gente y cambiar su mirada”. “Nuestro principal interés es que no se pierda la arquitectura de Madrid y por eso educamos en este arte que no tiene escenario cerrado para exhibirla cómo ocurre con la pintura, la escultura, el teatro, el cine o la música”.
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