En Periodistas-es publicaremos las fotografías que se nos envíen con este motivo
Un día al año, la celebérrima frase “¡Luces, cámara, acción!” pierde su vigencia. Bueno, una noche, mejor dicho, la del último sábado de marzo, o sea, la del día de hoy. “La Hora del Planeta” prescinde de las luces, por lo que toda acción posible a oscuras o a luz de las velas se ralentiza por fuerza. Uno de los elementos del trinomio, sin embargo, puede tener hoy su gran día… para la práctica de la fotografía nocturna: la cámara.
Manos a la obra, pues, La metodología no puede ser más sencilla. La foto que cabe hace hoy no es otra que la de la panorámica de la ciudad, una calle, plaza, monumento, un edificio dado, incluso un luminoso. Pero no nos limitaremos a hacer solo fotos repetidas de nuestro motivo durante el apagón. “La Hora del planeta” es uno de los casos más claros en que el motivo pide… un díptico: la foto del ayuntamiento con las luces apagadas… y al lado la misma foto, con el mismo encuadre, pero con las luces encendidas.
Como quiera que el orden de factores no altera el producto, la foto con luces podemos hacerla lo mismo a las 21:31 horas, cuando vuelvan a encenderse, como hasta las 20:29 horas, e que estén aún encendidas, o a las 21:31 horas, en que vuelvan a lucir.
La tecnología digital ofrece una ayuda impagable para la práctica de la fotografía nocturna: la posibilidad de comprobar al instante los resultados.
El único accesorio necesario es un trípode. Si no hay trípode, siempre podemos dejar la cámara quieta sobre una base sólida.
Dado que la exposición tendrá que ser de tiempo y requerirá bastantes segundos, lo ideal es activarla con el autodisparador para evitar mover la cámara con el propio dedo al pulsar el disparador. Si disponemos de disparador por cable o infrarrojos, perfecto. Pero si hay que disparar con el dedo y mantenerlo pulsando, ánimo: basta con sujetar la cámara con la mano libre para compensar… y quedarnos quietos, conteniendo la respiración.
En español: la Hora del Planeta, con mayúsculas
¡Que buena clase de fotografía! Directo a las claves, sin complicaciones. ¿Fácil? ¡No! Para poder hacerlo hay que saber y haberlo practicado. Como García Márquez que rompió las reglas al escribir, pero no pudo hacerlo sin antes haberlas conocido y dominado a la perfección superior.