Poderos@s periodistas «poseen una panacea».
La prensa que progresa es la que se proporciona prebendas, o sea, las populares mamandurrias, palabra pronunciada por la condesa Esperanza Aguirre particularizándola en el proletariado.
Al parecer, es una práctica perseverante el posibilitar potenciar las pertenencias de los prosélitos: propagandistas, pregoneros y/o predicadores, o sea de comprar portavoces de principios.
Con el patrocinio perseverante, procedieron perfectamente para que picaran una porrada del pueblo, produciéndose una permuta privilegiada ya.
En el presente, los petardos pesados que pillan plaza, progresan en su prepotencia.
Y precisamente pensionistas, pacientes, párvulos, principiantes, profesores, proletario… son pasaportados del programa del poderío de los potentados.
Ya paro, el progreso pelotero y putrefacto del PP me tiene harta.