La foto levantó oleadas de indignación en todo el mundo.
El pasado 15 de mayo de 2014 alguien consiguió fotografiar a un ayudante del Primer Ministro turco, de nombre Yusuf Yerkel, propinando una patada a uno de los muchos manifestante que les recibieron a su llegada a la mina de Soma, donde 48 horas antes de había producido un hundimiento que finalmente se ha saldado con 301 muertos oficiales.
La foto, decíamos, dio la vuelta al mundo, fue reproducida por todos los grandes medios de comunicación internacionales y fue objeto de indignados comentarios en todas las lenguas.
Pero la continuación de la historia no causa menos estupor: según la información que publica el diario británico The Guardian y reproduce el digital francés Rue 89, el periódico turco Hürriyet ha revelado que Yusuf Yerkel, consejero y director del gabinete de Recep Tayyip Erdogan, se encuentra de baja, con un permiso de una semana, por enfermedad, ya que, al parecer, padece “hipersensibilidad y dificultad de movimientos” en el brazo y la pierna derecha, justamente la pierna con la que golpeó al manifestante.
Antes de ponerse “enfermo”, Yusuf Yerkel manifestó que había actuado en legítima defensa y excusándose por no haber podido aguantarse “ante las provocaciones, los insultos y los ataques que sufrió aquel día”.
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Como no dice a cuál texto, aquí le mando mis mejores deseos para que al pateador se le caiga la pierna o cuando menos le quede paralizada para no volver a patear a un caído.