El Comité para la Prevención de la Torturas y las Penas o Tratos Inhumanos y Degradantes (CPT) del Consejo de Europa denuncia en un informe publicado el 16 de octubre de 2014 las condiciones “totalmente inaceptables” en que se encuentran los migrantes en situación irregular en Grecia, tanto en los puestos de policía como en los establecimientos penitenciarios, informa la página web belga Skynet.be.
El Consejo ha pedido a las autoridades de Atenas que adopten medidas urgentes frente a la impunidad de los crímenes racistas en el país y, si es necesario, que prohíban el partido neonazi Amanecer Dorado.
Según distintos despachos de agencias, las autoridades griegas han acogido la propuesta con escepticismo porque, ha sido su respuesta, “reaccionar al problema con respuestas emocionales podría tener un efecto contrario al deseado, o llevar a más resultados indeseables”.
Para el gobierno griego, el éxito electoral conseguido por la organización ultraderechista, llegada por primera vez al Parlamento en las legislativas de 2012 con el 7% de los votos, es la expresión de una “decepción popular” en un contexto de crisis y recesión económica, y el racismo no es más que un “fenómeno marginal”.
Según el informe, que lleva la firma de Nils Muiznieks, comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, “es necesario que se actúe con urgencia” frente al aumento de crímenes racistas y el recrudecimiento del discurso del odio en Grecia, que “en primer lugar va dirigido contra los migrantes y representa una seria amenaza para el estado de derecho y la democracia”.
Muiznieks considera que las leyes contra el racismo, tanto nacionales como internacionales, se utilizan en Grecia de forma “inadecuada, e incluso no se utilizan” para sancionar a personas u organizaciones que incitan al odio. En su opinión, Atenas debe aplicar “sanciones disuasorias” a quienes están implicados en ese tipo de delitos, o hacen apología de ellos : “Esto vale también para las organizaciones políticas, incluido el partido neonazi Amanecer Dorado, al que debiera ser posible aplicar sanciones eficaces, o prohibirlo si fuera necesario”.
El informe es el resultado de la visita efectuada por una delegación del CPT en abril de 2013, y describe “las condiciones totalmente inaceptables de retención de migrantes irregulares en establecimientos de policía, en todo el país y durante largos períodos de tiempo”. A título de ejemplo, cita el caso del puesto de policía de Perama, en El Pireo, donde al menos dos mujeres estaban retenidas desde hacía meses en una celda del sótano “oscura, mohosa y en ruinas, de apenas 5 metros cuadrados”.
En la visita, el CPT visitó 25 comisarías y puestos de policía de fronteras, así como ocho lugares de retención y centros de guardacostas, y siete establecimientos penitenciarios. Respecto a las cárceles, el CPT constató que la mayoría están funcionando al doble o al triple de su capacidad, con presos que comparten la cama o duermen en colchones en el suelo. En la sección de hombres de Korydallos, la mayor prisión del país, había dos funcionarios para un ala que albergaba 400 detenidos. El informe del CPT detalla el caso de una celda de 12 metros cuadrados en la que vivían ocho personas, que dormían sentadas en sillas o acostadas sobre cartones en el suelo.
Para Nils Muiznieks, las autoridades griegas tienen que incrementar sus esfuerzos para «combatir con todos los medios disponibles cualquier forma de discurso de odio y de crímenes de odio», y terminar de un avez con la impunidad que rodea a ese tipo de delitos. El comisario denuncia la existencia de lagunas, vacíos jurídicos y práticas que perjudican la acogida de migrantes en Grecia, «como los malos tratos de los representantes del orden, la insuficiencia de lugares de acogida para los solicitantes de asilo o la detención sistemática y prolongada de las personas en situación irregular”.
El informe revela que, entre junio y octubre de 2012, miembros de Amanecer Dorado, y entre ellos dos diputados del partido, estuvieron implicados en 17 incidentes violentos contra migrantes; muchos de esos ataques los protagonizaron grupos de motoristas, vestidos de negro y con el rostro encapuchado.