El expresidente Tabaré Vázquez fue electo este domingo 30 de noviembre de 2014 presidente para suceder a José Mujica en Uruguay y liderar un tercer gobierno sucesivo de la izquierda, en el que enfrentará desafíos económicos y tendrá que terminar de implementar la inédita regulación del mercado de la marihuana, informa Andes.
Este oncólogo de 74 años, promotor durante su primera presidencia (2005-2010) de las duras medidas antitabaco que enfrentaron a Uruguay con la multinacional Philip Morris, se impuso sin sorpresas en un balotaje al centroderechista Luis Lacalle Pou, de 41 años y candidato del Partido Nacional, según los primeras proyecciones de escrutinio de encuestadoras que le otorgan más del 53 % de los votos.
En su primer discurso como presidente electo, Vázquez -de impecable traje oscuro y corbata- llamó a un gran acuerdo nacional para atender áreas claves como seguridad, educación, salud e infraestructura.
«En materia de desarrollo económico y social lo auténtico y duradero es fruto de (…) trabajos compartidos. Esto implica diálogos y acuerdos entre todos los sectores y en todos los ámbitos de la sociedad sobre los temas vertebrales de la agenda del país», señaló Vázquez, quien fuera en 2005 el primer presidente de izquierda en Uruguay.
«No será más de lo mismo, porque el Uruguay de hoy no es el del año 2005 ni el de 2010», señaló el presidente electo, añadiendo que hay «nuevos desafíos» por delante.
Cientos de personas reunidas en el comando de campaña de Tabaré Vázquez, en el centro de Montevideo, estallaron en júbilo tras la difusión de las primeras proyecciones.
«Estamos felices, como locos, satisfechos por cinco años más de gobierno», dijo a la AFP Jimena Rodríguez, de 29 años, que se acercaba con su familia al centro de Montevideo para participar de la celebración que ya teñía de rojo, azul y blanco la principal avenida de Montevideo.
Herencia de Mujica
El futuro mandatario, quien debe asumir el poder el 1 de marzo de 2015, recibirá un país con una economía fuerte, que cerrará este año su duodécimo año consecutivo de crecimiento, pero con el desafío de resistir las turbulencias que enfrentan sus vecinos, los gigantes Argentina y Brasil, y sin el viento de cola que significó en los últimos años el alto precio de las materias primas.
«En un contexto mundial de transición a un mundo menos amigable para las economías emergentes, con un dólar más fuerte, con tasas de interés más altas y con ‘commodities’ depreciados, Uruguay tiene por delante tres ajustes pendientes: el ajuste del sector fiscal, donde tenemos un déficit insosteniblemente alto, un ajuste de los precios relativos y un ajuste en el mercado laboral», dijo a la AFP el economista Javier De Haedo.
El futuro presidente hereda algunos hierros calientes que le dejará Mujica, como la implementación de la venta de marihuana en farmacias en Uruguay, que ya está retrasada.
Este médico de profesión ha manifestado reticencias a esta polémica ley, que concitó la atención mundial, indicando que «es increíble» que las farmacias vayan a vender cannabis, pero señaló que la mantendría. Advirtió no obstante que «va a haber una evaluación estricta y muy de cerca sobre el impacto que tenga en la sociedad esta ley».
Vázquez tendrá además el desafío de suceder al popular «Pepe» Mujica, quien se ganó al mundo con su austeridad, sus discursos a favor de la paz y contra el consumismo.
El mandatario saliente, electo senador en la primera vuelta electoral, promete seguir teniendo peso en el futuro gobierno de izquierda: «Yo no sirvo para viejo jubilado tirado en un rincón acariciando los recuerdos», advirtió este domingo Mujica a Televisión Nacional (TNU).
Vázquez dejó el poder en 2010 precisamente en manos de Mujica y con una histórica popularidad cercana al 70 %, tras aprobar reformas tributarias y de la salud, implementar un plan de emergencia social, y el Plan Ceibal, que dota a todos los escolares con una computadora.
Convirtió además a Uruguay en el primer país de América Latina en ser libre de humo de tabaco y en el primero en enfrentar una demanda de una tabacalera, en un caso considerado emblemático por observadores internacionales.
En su tercer gobierno, la coalición Frente Amplio (FA) volverá a gobernar con mayoría parlamentaria, tras cosechar el 47,8 % de los votos en octubre.