El nuevo primer ministro de Mongolia, Chimed Saikhanbileg, ha tenido la «brillante» idea de celebrar un referendum por sms, según información difundida por Radio France Internationale.

En realidad, se trataba de elegir entre iniciar una cura de austeridad o continuar aceptando inversiones externas.
Los proyectos en cuestión pertenecen al sector minero, donde China se lleva buena parte del pastel. El 56,1% de las respuestas eran favorables a continuar con las inversiones extranjeras en Mongolia, aunque hay que decir que el “referendum” no puede considerarse un éxito: solo respondieron poco más del 10% de los preguntados y que además una misma persona podría responder varias veces, dependiendo del número de teléfonos móviles que posea.
También han podido participar los extranjeros residentes, lo que ha sublevado a los internautas mongoles que, afectados como el resto del país de un nacionalismo creciente, han calificado la consulta de “impostura”; mientras que el nuevo primer ministro es favorable a la continuidad de los megaproyectos, entre los que se encuentra uno para la explotación de un gigantesco yacimiento de cobre con la multinacional Río Tinto (hoy anglo-australiana) que podría representar para las arcas del tesoro mongol el equivalente a un tercio de su PIB.



