La Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) ha incorporado como miembro de número al escritor y profesor peruano Eduardo González-Viaña, quien a lo largo de una ilustre carrera creativa y docente ha volcado su reconocido talento literario en la defensa de los inmigrantes en su tierra de adopción.
Eduardo González-ViañaGonzález-Viaña, miembro de la Academia Peruana de la Lengua y hasta hace poco profesor en Oregón, cuya obra «El corrido de Dante» ha sido proclamada como “la novela de los inmigrantes latinos por excelencia”, dedicó su discurso de ingreso al tema “Vallejo en los infiernos: biografía de una novela biográfica”, informa la ANLE.
La ceremonia, que tuvo lugar en la Embajada de Perú en Washington DC el 11 de abril, en el seno del I Congreso Internacional de Peruanistas –y a la que asistió Ana Cecilia Gervasi, cónsul de cultura de Perú– comenzó con las palabras de José Antonio Mazzotti, presidente de la Asociación Internacional de Peruanistas (AIP), quien destacó las virtudes del homenajeado. El director de la ANLE, Gerardo Piña-Rosales, respondió el discurso del nuevo numerario y le otorgó el diploma y medalla correspondientes.
En una apasionante reseña de la creación de su novela «Vallejo en los infiernos», González-Viaña reveló que siendo adolescente conoció al filósofo Antenor Orrego, el mejor amigo y mentor de César Vallejo, a quien manifestó su interés por saberlo todo sobre el gran escritor peruano: “Seis meses después, don Antenor murió súbitamente”, recordó. “A mí me había dejado una profecía y una condena. Desde los 17 años de edad, por esa razón, he estado condenado a escribir la novela de Vallejo”.
En su novela, González-Viaña incorporó una primicia: las confesiones de María Sandoval, una joven bibliotecaria de la que se enamoró Vallejo y que murió a los 20 años de tuberculosis, y cuyo diario consiguió gracias a un hermano de la muchacha.
Pero esos rasgos románticos de una vida atribulada contrastaron en el discurso de González-Viaña con sus recuerdos de juventud en el grupo literario “Trilce”, que fundó con otros amigos en la Universidad de Trujillo, “la ciudad que Vallejo tanto amaba y temía, en la que escribió sus primeras obras y en la que sufrió el infierno de la prisión”.
“Como denuncio en mi novela, César Vallejo fue en realidad un preso político y un candidato a pasar largo tiempo en la cárcel o a morir de súbito castigado por sus ideas socialistas”, afirmó. “Muchos críticos y comentaristas de su obra suelen dedicar sólo unas líneas breves –y a veces mezquinas– a este hecho, que es fundamental en la gesta de Trilce y en la comprensión de ese libro y del propio país que le da origen”.
González-Viaña, autor de unos 40 libros entre novela, cuento y ensayo, obtuvo el Premio Nacional de Cultura del Perú con su libro «Batalla de Felipe en la casa de las palomas». También ganó el Premio Internacional de Cuento Juan Rulfo por un relato incluido en su libro «Los sueños de América». Su novela «El corrido de Dante» recibió el Premio Latino Internacional de Novela de los Estados Unidos imponiéndose a obras de Gioconda Belli e Isabel Allende.
“Gonzalez Viaña ha escrito mucho y bueno”, afirmó Piña-Rosales. “Estamos ante un autor que libro a libro ha ido forjando una obra sólida, poliédrica, original. González Viaña es peruano de pura cepa, pero tras varias décadas en los Estados Unidos, podemos considerarlo también hispanounidense”, agregó el director de la ANLE.
Piña -Rosales anunció que “fruto de nuestra admiración y amistad” con el nuevo académico de la ANLE es el libro «Los académicos cuentan», “una gavilla de relatos de escritores vinculados a alguna de las 22 academias de la lengua española, coedición entre la ANLE y la editorial que dirige González-Viaña, AXIARA, que además de un cuento premiado de este incluye dos textos de los escritores peruanos Isaac Goldemberg y Julio Ortega, ambos miembros de la ANLE.
Por su parte Mazzotti afirmó que González Viaña es “un modelo de escritor, comprometido además con la justicia social y la defensa de los derechos humanos. En un mundo literario donde es tan fácil claudicar a las leyes del mercado, se ha mantenido incólume en su compromiso con los desamparados de la tierra”.