Decenas de periodistas se manifestaron en pleno Ramadán el 24 de junio de 2015 ante la sede de la agencia estatal marroquí de noticias, Magreb Arabe Press (MAP) en Rabat.
El motivo, protestar contra la decisión de suspender por «grave conducta profesional» a la periodista Fátima El Hassani, quien es también vicepresidenta del Sindicato Nacional de la Prensa Marroquí (SNPM).
Los periodistas corearon varias consignas denunciando la represión laboral dentro de la agencia, mientras agitaban pancartas que decían ‘Todos somos Fátima El Hassani’, ‘Hachimi fuera’, en alusión al director general de la MAP, Khalil Hachimi, quien ocupa, junto con el resto de dirigentes de la agencia, la quinta planta del edificio. Asimismo, denunciaron las prácticas arbitrarias y autoritarias dentro de la agencia oficial de prensa marroquí, impartidas por el Ministerio de Comunicación del Gobierno del islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD).
El pasado viernes 19 la periodista fue, como de costumbre, a trabajar. A su llegada, recibió una carta firmada por la dirección de la agencia, sin ningún procedimiento legal, que la mandaba volver a casa y escribir un informe explicativo sobre los hechos que motivaron una supuesta falta grave. La decisión de suspensión laboral de la periodista se produce después de una supuesta falta cometida en relación con el nombre y nacionalidad del embajador de un país africano en Rabat.
El hecho se remonta al pasado 25 de mayo. Hassani cubría la celebración del Día de África organizada en Rabat por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, en colaboración con el cuerpo diplomático y el Grupo de Embajadores africanos acreditados en Marruecos.
Según explica Hassani, «el dossier de prensa repartido fue cogido por el fotógrafo y cámara. Los organizadores no podían dar un dossier de prensa a todos los representantes de la MAP y se lo dieron a cámaras y fotógrafos que se supone tienen más prioridad que los periodistas de la agencia, que se supone dan la información. Al escribir la noticia, me doy cuenta de que no figura la nacionalidad del decano de los embajadores africanos en Rabat que intervino con motivo del acto. El dossier de prensa lo tenía el fotógrafo y se había ido ya de la agencia. Por teléfono, me asegura que es el embajador de Malí en Marruecos».
El despacho de agencia se difunde. Al día siguiente, un jefe de redacción de la agencia informa a la periodista que hubo un error, y que el decano de los embajadores africanos acreditados en Rabat es el de Camerún. Se publica la rectificación. Nada especialmente extraño para una agencia de noticias que tiene el hábito de ofrecer muchos errores y modificar las noticias.
Lo que debería ser un simple error, rectificado después de una corrección, toma un giro inesperado al señalarle que el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí «se había quejado de tal confusión.» La tensión aumenta. «Yo sabía que había llegado el momento de pagar por mi compromiso con el sindicato. Asumo y sostengo que no he cometido ningún error profesional» afirma Hassani.
La respuesta del sindicato es que hubo fallos más graves, y nunca se había oído hablar de suspensiones o sanciones en la MAP, «¿Por qué esta doble moral?» cuestionan los sindicalistas de la agencia. Para el sindicato marroquí, se trata de la «intención premeditada de realizar un castigo personal contra la periodista en cuestión, y a través de ella, lo que representa, como vicepresidenta del SNPM». «En la agencia, las normas laborales están distorsionadas y Fátima El Hassani paga el precio», dice un miembro del sindicato.
Varios fallos emitidos por la MAP se habían tolerado en el pasado más reciente: poner el nombre de Moulay Rachid en lugar del príncipe Moulay Hicham, difundir un discurso real en el que faltaban varios párrafos, escribir el nombre del rey Hassan II en lugar del actual rey Mohammed VI …, pero al parecer no es tan importante como el olvido del nombre y nacionalidad de un embajador de un país africano. ¿Por qué? La respuesta viene dada por la nota de prensa del SNPM y los periodistas de la agencia: «La Dirección General quiere simplemente tomar venganza contra el SNPM, y la periodista Fátima Hassani es la víctima de esta doble moral».
Otros errores, un periodista del MAP en un despacho sobre la gira del rey Mohamed VI por varios países africanos, en concreto, Costa de Marfil y Gabón, confundió el nombre del presidente del Parlamento con el jefe del Estado en uno de esos países. «Es bastante conocido que no se puede fallar con la actividad real», señala un periodista de la MAP pero no hubo sanción. Hace algunos meses, un periodista que había hablado sobre el Sáhara Occidental (en lugar de Sahara marroquí, algo imperdonable en la agencia MAP) también escapó sin ninguna falta de carácter laboral. Y otro error sobre el director de cine marroquí Daoud Aouald Siad, del que se anunció un homenaje que nunca recibió en el festival de cine de El Cairo, terminó únicamente en una mera advertencia al autor de la noticia.
La vicepresidenta del SNPM había denunciado recientemente, el pasado 3 de junio, una violación administrativa, no cumpliéndose los requisitos legales en la última elección de periodistas para los comités de redacción en la MAP. Las elecciones se llevaron a cabo con un solo candidato y sólo votaron 49 personas –de ellos, 10 votos nulos- entre los 243 votantes del censo. Sin embargo, la ley estipula que al menos debe haber dos candidatos, por lo que el SNPM no participó en esta elección que calificaron como «absurda» y denunciaron «la torpeza, interferencia y el caos» que han tenido lugar desde la llegada de la actual dirección de la MAP. El sindicato anunció que se dirigirán al presidente del Gobierno, Abdelilá Benkiran, «para poner remedio a la situación y acabar con la conducta arbitraria contra los periodistas».
Fátima El Hassani, declaró que está pagando por su participación sindical en la mejora de las condiciones de trabajo en la agencia MAP «y mis posiciones» en el Sindicato Nacional de la Prensa Marroquí. «Ella no se muerde la lengua y nunca tiene miedo de defender en voz alta la posición del sindicato», dijo un periodista de la MAP. Sindicalista y mujer en la MAP, es algo que no perdonan, señalan algunos de sus compañeros.