Josef Koudelka expuso en Madrid, en septiembre de 2015, Nacionalidad Incierta, su retrospectiva más completa hasta la fecha. Más de 150 fotografías que abarcan toda su carrera, desde los inicios en los últimos años cincuenta del siglo pasado, la seire Gitanos, las fotos de actores durante los ensayos para una revista de teatro, la invasión rusa de 1968 que puso fin a la Primavera de Praga, su exilio en 1970 que dio lugar a la serie Exilios, hasta los grandes paisajes panorámicos de los últimos años.
Josef Koudelka es un fotógrafo checo nacido en 1938. Estudió ingeniería aeronáutica, pero desde su primera adolescencia se interesó por la fotografía, empezando por hacer fotos de su entorno familiar. Pronto descubrió que la fotografía le interesaba más que la ingeniería. Más que interesarle, amaba la fotografía de la que llegó a hacer un state of art. Hizo su primera exposición en 1961 en el teatro Semafor de Praga, mientras alternaba sus estudios con la fotografía.
A partir de 1961, atraído por la música lánguida y oscura de los Roma empieza a interesarse por el mundo gitano, que se convertiría en un proyecto de vida. Vivía con ellos en sus campamentos, integrándose en su modo de vida, en sus fiestas, en todos los aspectos del sentir y vivir de ese mundo. Cada vez pasaba más tiempo con ellos y menos con la ingeniería, que dejó definitivamente en 1967. Dice Koudelka: empecé a fotografiarles y ya no pude parar. La serie refleja la marginación social de los gitanos en la Checoslovaquia de los años sesenta, pero también su orgullo étnico, su amor por la música. Con ellos empezó a utilizar el gran angular, que ponía énfasis y profundidad, un modo de captar hasta el fondo sus emociones.
En 1965 empezó otra de sus series, tomando fotos de actores para la revista Divadlo (Teatro). Con este trabajo aprendió mucho de composición, la escuela de primer plano/segundo plano, de bloques de luz, de miradas, de la separación entre los seres. Mejoró su técnica y estilo; siempre realizaba su trabajo durante los ensayos, sin molestarlos, deslizándose entre ellos sin que se dieran cuenta, concentrado en sí mismo, captando las emociones de sus personajes
En 1968 los tanques del Pacto de Varsovia invaden su patria y desde ahí, jugándose la vida en cada foto, con un desprecio absoluto del peligro, crea la serie que refleja el horror de la razón de la fuerza, de la opresión opuesta a la libertad. La serie Invasión, con todo su realismo y brutalidad entra en escena. Hay una foto considerada como el landmark de la serie, un primerísimo plano de una muñeca y mano mostrando el reloj de pulsera que marca la hora del comienzo de la invasión con la perspectiva al fondo de una calle de Praga desierta. El fotógrafo británico Ian Bradley cuenta una anécdota de esos días: llevaba mis Leikas escondidas bajo el abrigo cuando no las estaba usando, cuando de repente veo a un loco subido a un tanque ruso haciendo fotos abiertamente, ignorando el peligro. Ese loco era Josef Koudelka. Esas fotos fueron sacadas clandestinamente de Checoslovaquia por su amiga y colaboradora Anna Fárová y enviadas a Estados Unidos. Magnum Photos distribuyó las fotografías bajo la firma P.P. (Praga Photographer) para mantener oculta su identidad y la seguridad de su familia. El Club de prensa extranjera concedió a estas imágenes la Medalla de Oro Robert Capa. Elliot Erwitt, presidente en aquel momento de Magnum Photos, realizó un cortometraje con esas imágenes para CBS News, manteniendo el anonimato de Koudelka.
En 1970 viaja a Inglaterra con un visado de tres meses para fotografiar gitanos de Europa occidental. Pero no regresó, convirtiéndose en apátrida. En 1980 se traslada a Francia y en 1986 obtiene la nacionalidad francesa. En Europa vive como un nómada, sigue haciendo fotos para las series Gitanos y Exilios. Vive con los gitanos, como ellos, porque como él dice: las fotos hay que vivirlas, identificándose con ellos, siendo aceptado por ellos. Y lo consiguió hasta el punto de ser considerado como uno más. Josef es uno de los nuestros, si no no nos haría fotos. Y riéndose de ellos mismos: A la gente le gustan los gitanos solo en foto. Nunca tuvo una casa, nunca aceptó un encargo. Viajó por toda Europa, España incluida.
Esto explica el título de la muestra: Nacionalidad incierta, en referencia al status que figuraba en sus documentos durante los dieciséis años en que careció de un pasaporte. Y como decía Josef en rueda de prensa: ¿Qué es la nacionalidad? Como concepto es dudoso, porque es circunstancial. ¡Si lo sabrá él! Son las fotografías de la serie Exilios.
Inmediatamente me sentí identificado con España, dijo Josef Koudelka en su charla con los medios en perfecto itañolo. ‘Mi carácter se parece al español, sobre todo me identifico con la música popular’.
Como no podía ser de otra manera sale el tema candente de los refugiados. Koudelka se emociona, porque él ha vivido esa situación. «Llevo cincuenta años haciendo fotos. Ahora tengo 78 y sé que no puedo hacer más esas fotos, me falta la fuerza de los treinta años. Ahora debo terminar lo que he empezado. ¿Exilio? Durante dieciséis años no tuve pasaporte, ni paré en lugar fijo. Estuve viajando por muchos países, también en España, así que me identifico con los refugiados que llegan ahora a Europa, porque he vivido esa situación, he pasado por toda esa mierda. Siento sus experiencias como mías, pero no voy a trabajar en ello.»
Explica cómo una sola foto puede expresar una situación. Si un ruso tiene un Kalashnikov y un checo no, queda claro que no hay libertad. Nunca he hecho diferencia entre reportaje y foto de arte. Solo hay fotografía buena sobre emociones. Explica a continuación que sucede lo mismo con la pintura y se refiere a las Pinturas negras de Goya. No necesito que me expliquen lo que representan. Todo está en ellas, no hay más que saber mirarlas.
La última sección de la exposición, está dedicada a las fotografías hechas con cámara panorámica que comenzó a hacer hace tres décadas, en 1986, el mismo año en que obtuvo su nacionalidad francesa, y que titula Caos. Dentro de Caos hay una sección que él llama Arqueología, dedicada a las ruinas de antiguas civilizaciones en países mediterráneos, testigos mudos del paso del tiempo y de la depredación humana. Y la sección Muro entre Israel y Palestina. Las fotografías panorámicas son objetos impresionantes que miden entre 1,2 y 1,8 metros de largo. Son paisajes creados por el hombre, que cuentan su historia, – todas las fotografías en la exposición, tienen como único título el país en el que fueron tomadas. En todas ellas los contenidos hablan por si solos – paisajes en el límite de la ruina, la desolación de un espacio dominado por muros, alambradas, carreteras y fronteras.
Esta magna y emocionante exposición, sin duda uno de los hitos del otoño, ha sido organizada por el Art Institute de Chicago y el J.Paul Getty Museum de Los Angeles en asociación con la Fundación Mapfre. El Art Institute fue el primer museo que alojó obra de Koudelka en su sección de fotografía. La muestra está comisariada por Matthew Witkovsky, director y comisario del departamento de fotografía del Museo de Arte de Chicago. La cronología de la muestra empieza con fotografías tempranas a partir de 1958. Desde el 61 la serie de fotografías de actores de teatro. Impresionantes las de Ubu Rey. Desde el 63 Gitanos, en su primera fase en Rumanía y Checoslovaquia y en la fase del exilio por varios países europeos. También de payos. La serie de 1968 al 70 solo podía titularse Invasión; a partir de 1970 Exilios y desde 1986 en adelante Caos, las fotografías panorámicas para dar todo el relieve que merecen las historias que cuentan, bajo los epígrafes Arqueología y Muro (Wall).