Hace ya más de medio siglo de la desaparición y asesinato del destacado socialista marroquí Mehdi Ben Barka. Fue un 29 de octubre de hace medio siglo cuando se dirigía a una cita con el cineasta francés George Franju. No fue en Marruecos sino en la cosmopolita París donde se le hizo desaparecer por el peligro que suponía por su proyección internacional para el férreo régimen de Hassan II.
Una concentración tuvo lugar en París para conmemorar el 50 aniversario de la desaparición, frente a la Brasserie Lipp, en el Boulevard Saint-Germain en París, donde fue detenido por dos policías franceses y llevado a una casa de Fontenay-le-Vicomte, en el departamento de Essonne. Todavía no se sabe cómo murió o dónde está su cuerpo.
La investigación sobre su asesinato se ha estancado desde 1975 y la familia, encabezada por su hijo Bachir, ha vuelto a solicitar en Marruecos que se haga justicia y la luz sobre lo que pasó con su padre: “Desde la desaparición de mi padre, el régimen marroquí no ha dejado de tratar de ocultar su nombre y borrar su imagen en la historia de Marruecos” afirmó recientemente. “Hoy en día, el mejor homenaje que su país le puede hacer es arrojar luz sobre su destino y permitir a su familia y a todos los que quieran honrar su memoria tener una tumba a la que puedan ir”, añadió.
El actual primer secretario de la USFP (Unión Socialista de Fuerzas Populares) marroquí, Driss Lachgar, ha homenajeado en Rabat al fundador de su partido en 1959, nacido con las siglas UNFP, y ha pedido reconciliación y que se sepa la verdad de este caso pidiendo una “acción valiente” al estado marroquí. «La verdad, tarde o temprano saldrá, porque su vida estaba profundamente arraigada en la sociedad marroquí y su alma se eleva de una generación a otra» destacó el máximo dirigente socialista marroquí. «Queremos la verdad y nada más que la verdad” recordando que ha enviado un memorándum a la Comisión Nacional de Derechos Humanos pidiendo que se levante el velo sobre el caso. También se hizo un llamamiento para la creación de una comisión marroquí-francesa sobre este asunto y el levantamiento del secreto militar.
También hubo otro homenaje en la Biblioteca Nacional de Rabat que contó con la asistencia del dirigente socialista tangerino del entonces partido Unión Nacional de Fuerzas Populares (UNFP) y luego primer ministro del Gobierno de Marruecos con la USFP desde febrero de 1998 hasta septiembre de 2002, Abderramán Yusufi. El propio rey Mohamed VI ha declarado en un comunicado leído en el acto sobre su figura que está ”dentro de la historia”.
Ben Barka, nació en 1920 en Rabat. Fue criado en una familia de la antigua medina, con siete hermanos. Asistió a la escuela coránica hasta los nueve años. La familia sólo tenía recursos para que uno de los hijos fuese a la escuela más allá de esa edad, y le tocó al hermano mayor, Brahim, quien estudió en un colegio francés. Mehdi acompañó todos los días a su hermano y se sentaba en la acera cerca de la ventana de la clase y lo esperaba en la puerta hasta la salida. La maestra francesa acabó por invitarle a entrar como oyente y se reveló como un estudiante excepcional. Llegó a ser el primer licenciado en matemáticas de Marruecos.
Estudiante brillante, Ben Barka continuará sus estudios secundarios en el Liceo ‘Moulay Youssef’ de Rabat y luego en el Liceo ‘Gouraud’. Después de dos años de clases preparatorias va a Casablanca, al Liceo ‘Lyautey’, para matricularse en la facultad de Ciencias de Argel, donde completó estudios de posgrado en matemáticas.
Argel es, sin duda, un hito en su vida. De hecho, como estudiante participa en diversas actividades extraescolares que ya revelan sus habilidades de organización y liderazgo. Se convirtió en vicepresidente de estudiantes de la Asociación del Norte de África. La experiencia argelina inspiró sin duda, su insistencia en la necesidad de cooperación entre los pueblos del Magreb.
Después de graduarse, regresó a Marruecos en 1943. Fue nombrado, a los 23 años, profesor en el Liceo Gouraud, como profesor de matemáticas. En 1944 fue arrestado por las autoridades del Protectorado y detenido en la cárcel de Rabat, tras los acontecimientos derivados de la publicación del Manifiesto de la Independencia del 11 de enero de 1944 (documento que solicitaba la independencia de Marruecos), de la que es el firmante más joven.
Ben Barka se unió al Comité de Acción Marroquí (CAM) primer movimiento contra el colonialismo francés. El CAM más tarde se convirtió en Partido Nacional y luego en el Partido Istiqlal (Independencia) la formación política más antigua de todo Marruecos.
Tras su liberación, era considerado por el general francés Juin como «el rival más peligroso de la presencia francesa en Marruecos», lo que le valió ser arrestado el 28 de febrero de 1951 y deportado al sur de Marruecos. Durante su «exilio» interior, continúa sus actividades. Se mantiene en contacto con sus compañeros, profundizó su formación mediante la lectura, y contribuye a la ejecución del Movimiento Nacional en las regiones en los que está bajo arresto domiciliario.
En octubre de 1954, coordina las actividades de la rama política del Movimiento Nacional, con las fuerzas de la resistencia armada (resistencia urbana y Ejército de Liberación) iniciado desde 1952.
Ben Barka juega un papel importante en el proceso que condujo a la independencia de Marruecos. En agosto de 1955, fue miembro de la delegación del Partido Istiqlal a la Conferencia de Aix-les-Bains, que debe preparar el regreso del exilio del rey Mohamed V y la fundación de la independencia de Marruecos. El Protectorado termina en la parte francesa el 2 de marzo 1956 y el 7 de abril en la zona española, la zona sur, Tarfaya, que controlaba España pasó en 1958 e Ifni en 1969.
En noviembre de 1956, fue nombrado presidente de la Asamblea Nacional Consultiva, creada después de la independencia. Hasta su disolución en 1959, trabajó para que esta institución, que no tiene carácter deliberativo, fuera un lugar para el debate, un marco de aprendizaje de la democracia. Ben Barka entiende rápidamente que la independencia puede no tener ningún significado real si la soberanía y la iniciativa popular se anulan en la fundación de las nuevas instituciones marroquíes.
En 1957, asume la dirección del semanario ‘Al Istiqlal’, escrito en francés, antes ya colaboró en la aparición del actual diario, el más antiguo de los vigentes en árabe, Al Alam, órgano del Partido Istiqlal (PI). El periódico ‘Al Istiqlal’, era el órgano del ala política progresista del PI. En el verano de 1957, Ben Barka lanza con éxito una extraordinaria experiencia de servicio cívico social, ‘Carreteras de la Unidad’, a través del cual 12.000 voluntarios de todas las religiones y regiones del país, combinando el trabajo, actividades educativas y recreativas, construyeron 60 kilómetros de nueva carretera que unió la antigua parte francesa con la española. Este proyecto simbolizaba la unificación real de Marruecos mediante la vinculación de los dos antiguos protectorados.
En 1959, se celebró en El Cairo la primera Conferencia Afroasiática, precedente del futuro movimiento de Países No Alineados. La dirección del Partido Istiqlal se niega a participar, pero Ben Barka, como presidente de la Asamblea Nacional Consultiva, acude. Tras la Conferencia envía un mensaje claro de la necesidad de un partido progresista y así el 6 de septiembre 1959 en Casablanca, participa como fundador en el Congreso de la Unión Nacional de Fuerzas Populares (UNFP) cuya demanda fundamental es la necesidad de la creación de una Asamblea Constituyente para proporcionar a Marruecos una constitución democrática. Hasta su muerte, Mehdi Ben Barka sigue siendo uno de los principales líderes del movimiento socialista marroquí representado en la UNFP.
Es a partir de 1960 que la personalidad de Mehdi Ben Barka se consolida a nivel internacional. Forzado a un primer exilio de enero 1960-mayo 1962, en la que se pretende dar a conocer las luchas del pueblo marroquí y profundizar los lazos de amistad y solidaridad con las fuerzas progresistas y diversos movimientos de liberación nacional en el mundo, se convierte en enero de 1960 en miembro del Comité Ejecutivo de la Conferencia de Organización de Solidaridad de los Pueblos Afroasiáticos (Aapso).
El 16 de mayo de 1962, Ben Barka regresó a Marruecos para asistir al segundo congreso de la UNFP, recibiendo una bienvenida de héroe del pueblo. No obstante, su informe titulado ‘Opción revolucionaria en Marruecos’ no fue leído en la tribuna, ni adoptado por la secretaría del partido y no se publicó hasta después de su secuestro.
El 15 de noviembre de 1962 sufrió un ataque disfrazado de un accidente de tráfico causado por la policía en la carretera entre Rabat y Casablanca. Escapó milagrosamente, pero mantiene secuelas en las vértebras cervicales. Fue durante la campaña del referéndum sobre la Constitución donde la UNFP había hecho un llamamiento al boicot.
El 2 de mayo de 1963, la UNFP decide participar en las elecciones parlamentarias. Mehdi Ben Barka es candidato por un popular barrio de Rabat, Yacub Al Mansur. Fue elegido con el 95 % de los votos. A pesar del fraude, la oposición ganó la mayoría de escaños de las grandes ciudades, motivo por el que antes de tomar posesión de sus escaños se produjo una masiva campaña de secuestros y detenciones contra la UNFP, por lo que Ben Barka se ve obligado a permanecer en el extranjero, un nuevo exilio que duró hasta su muerte.
En 1963, un tribunal militar marroquí lo condenó a muerte en ausencia debido a su posición junto al pueblo argelino y en contra de la ‘Guerra de las arenas’ entre Marruecos y Argelia, país que lo acogió en su segundo exilio, además de Egipto, Cuba y Francia. Se le llegó a acusar de “connivencia con el enemigo” intentando degradar su imagen ante el pueblo.
Desde su exilio, Mehdi Ben Barka contribuye de forma eficaz y coherente para conocer la realidad y los problemas de los países colonizados y los nuevos países independientes. Desempeña un papel destacado en la exposición de las nuevas orientaciones del imperialismo en el Tercer Mundo en general, y el neocolonialismo en África, en particular, promoviendo así el desarrollo de las luchas de liberación nacional y la solidaridad de los pueblos de África, Asia y América Latina. Conoció a Ho Chi Minh, Mao además del egipcio Nasser o el tunecino Burguiba.
En mayo de 1965, en el Congreso de Ghana de la Aapso, Ben Barka fue elegido presidente del Comité Preparatorio de la Conferencia Internacional de los pueblos de África, Asia y América Latina (también llamada la Tricontinental) que se celebraría en 1966 en La Habana. El 9 de agosto de 1965, asistió en Nagasaki a una conferencia mundial contra la bomba atómica. Pronuncia un discurso en contra de la guerra de Vietnam, pidiendo el fortalecimiento de la solidaridad de las fuerzas revolucionarias.
Ben Barka había escapado a varios intentos de asesinato organizados en el extranjero por los servicios secretos marroquíes. Finalmente, el 29 de octubre de 1965 al mediodía, fue detenido y hecho desaparecer..
El asunto Ben Barka provocó una grave crisis en las relaciones franco-marroquíes, las relaciones diplomáticas entre París y Rabat se interrumpirán hasta la salida de De Gaulle de la presidencia francesa en 1969. Hubo un juicio en 1967 que condenó a penas de cárcel a varios franceses implicados, incluido también el entonces ministro del Interior marroquí, Mohamed Ufqir, ‘el carnicero del Rif’, quien fue juzgado en rebeldía y condenado a cadena perpetua. Ufqir sería ‘suicidado’ tras el intento de golpe de estado contra Hassan II en 1972. Sin embargo, no se lograron averiguar todos los detalles de la trama, especialmente la implicación de los gobiernos francés y marroquí y de sus servicios secretos y las posibles complicidades de la CIA y del Mossad.
Cincuenta años después de los hechos, mucho queda por hacer para establecer la verdad sobre la suerte de Mehdi Ben Barka, las circunstancias de su secuestro y su asesinato así como del lugar de entierro que sigue siendo desconocido.
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