El día 5 de noviembre se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Lengua Gitana, explica en este artículo Juan de Dios Ramírez-Heredia, quien califica de verdadero milagro de supervivencia el que el rromanó se siga hablando actualmente .
Juan de Dios Ramírez-Heredia1
La conferencia donde se tomó el acuerdo de dedicar un día a la lengua gitana se celebró en Zagreb en una reunión propiciada por la Unión Romani Internacional, entre los días tres al cinco de noviembre de 2009 y en ella participaron lingüistas, maestros y, sobre todo, líderes gitanos provenientes de 19 países europeos.
La intención de los convocantes era que la lengua gitana fuera reconocida como una lengua europea entre las restantes lenguas del continente. Tal como señala la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias, el rromanó debería ser aceptado tanto por las administraciones de los Estados como por las restantes instituciones nacionales.
El rromanó es lengua oficial en Kosovo y goza de un estatus de reconocimiento oficial en países europeos como Bulgaria, Croacia, Hungría, Rumania, Suecia, Suiza y Finlandia. Y, sin duda alguna, gracias al constante esfuerzo de muchos líderes gitanos e intelectuales de nuestra comunidad, el rromanó ha sido incluido en los planes de estudio de varios países europeos.
La ilustración que acompaña este comentario es la de un sello de correos de curso legal, creado por Croacia, república democrática parlamentaria que es miembro de la Unión Europea, estampado en el año 2012 y que tiene un valor de 3,10 euros.
La población gitana mundial (sin contar a Turquía y a los países asiáticos donde viven millones de ciudadanos de origen gitano) es de 14 millones de personas aproximadamente. Distribuidas, más o menos, de la siguiente forma: cuatro millones en América y diez millones en Europa. Y la implantación del idioma se aproximaría bastante a los siguientes datos:
Diez millones de gitanos y gitanas tienen el rromanó como lengua madre. Es decir, desde que se levantan hasta que se acuestan solo hablan en rromanó. Lo que no les impide conocer el idioma mayoritario del país en el que viven.
Dos millones de gitanos y gitanas no tienen el rromanó como lengua madre. Hablan normalmente en el idioma del país en que viven, pero saben perfectamente la lengua gitana y no tienen superiores inconvenientes para entenderse con el resto de los gitanos del mundo.
Finalmente quedan dos millones más de gitanos y gitanas que, o bien han perdido totalmente su lengua, o conservan un habla de inequívoco origen rromanó, como es el kaló que hablamos los gitanos de España, de Portugal y los gitanos catalanes del sur de Francia.
El rromanó, un milagro de supervivencia
Lo he comprobado en infinidad de ocasiones. Pero déjenme que les cuente mi última experiencia. Siempre que la Unión Romani celebra sus congresos y asambleas instala en el lugar de las reuniones tres cabinas de interpretación simultánea. Una para el idioma inglés, otra para el idioma del país en que se celebra la reunión, y la tercera para el rromanó. Pues bien, en el último congreso internacional de la Unión Romaní, celebrado en Riga (Letonia) este mismo año, prácticamente sobraron las cabinas de inglés y de letón. Los representantes gitanos de los 39 países que participaron en el congreso utilizaron únicamente el rromanó y la comunicación fue fluida y sin dificultades.
En resumen, que 14 millones de gitanos extendidos por todo el mundo, portadores de una cultura oral transmitida de padres a hijos, y perseguidos hasta el exterminio, hayan conservado su lengua bien merecemos que un día al año se celebre la existencia de este idioma como un verdadero milagro de supervivencia.
- Juan de Dios Ramírez-Heredia es abogado y periodista, presidente de Unión Romani
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