Cientos de suecos incendian autos, propiedades y se enfrentaron con la policía en la periferia de Estocolmo
Suecia, uno de los países más ricos de Europa, pudo salir de una grave crisis económica pero no logró superar el elevado índice de desempleo y los problemas derivados de los inmigrantes que demandan asilo, informa Andes/Télam.
Los peores incidentes en la madrugada del 23 de mayo sucedieron en la zona sur de Estocolmo, donde manifestantes incendiaron un restaurante en Skogas, atacaron una comisaría en Ragsved y se enfrentaron con la policía en Hagsatra.
Los bomberos informaron que a partir de las 18:00, hicieron 90 salidas, casi todas para apagar los incendios provocados por los disturbios, que además, causaron el cierre temporal de una línea de metro.
A pesar de la dimensión de los disturbios que se fueron extendiendo a otros barrios de la capital sueca, las autoridades informaron de que la intensidad de los incidentes fue descendiendo progresivamente y no se registraron heridos de gravedad.
Los incidentes comenzaron la semana pasada cuando un inmigrante con problemas psíquicos murió por los disparos de la policía en su casa de Husby, donde se había encerrado con su compañera.
Según la policía, le dispararon al hombre en defensa propia porque supuestamente los amenazó con un hacha.
Sin embargo, fue la actuación irregular de las fuerzas lo que ocasionó las protestas de los vecinos y la investigación interna de la policía contra el autor de los disparos.
Por los disturbios, cinco personas permanecen detenidas desde ayer, cuatro de ellas de entre 15 y 18 años, acusadas de haber iniciado el incendio en el centro de Husby, barrio donde comenzaron los disturbios el domingo último.
Alrededor del 15 por ciento de la población sueca nació en el extranjero, la mayor proporción entre los países nórdicos. El desempleo entre los nacidos fuera de Suecia está en el 16 por ciento, frente al 6 por ciento para los nacidos en el país, según datos de OCDE.