Cada vez el Dakar sorprende más a los pilotos, a los organizadores y al público. En esta ocasión, durante la segunda etapa, el lunes 4 de enero de 2016, los ingredientes que están sobrando son el lodo y las fuertes lluvias del sur del continente, informa Sebastián Guayasamín para Andes desde Termas de Río Hondo, Argentina.
La mayoría de pilotos han tenido que bajarse de los autos y luchar contra la tierra mojada para culminar con el recorrido de la segunda etapa. Foto: Sebastián Guayasamín
El segundo tramo del rally más importante del planeta se corrió entre Villa Carlos Paz y Termas de Río Hondo en Argentina, comprendió una distancia de 387 kilómetros de la especial y fue ganada por el francés Sébastien Loeb, nueve veces campeón mundial de rallys.
En las ediciones anteriores se disfrutaba del desierto peruano o chileno, en esta ocasión se disfruta de todo lo contrario, algo completamente “nuevo”. La competencia pareciera que se la corre en Cotopaxi o en La Concordia del país.
La organización del Dakar en las competencias desarrolla etapas “filtro” las cuales son muy complicadas para los corredores y en las cuales la mayoría de equipos comienzan a quedarse ya sea por daños mecánicos, accidentes, deshidratación, el calor, en fin un sinnúmero de obstáculos que los pilotos deben sortear.
Las etapas filtros suelen ser muy largas y agotadoras. El año pasado en este recorrido ya estaban eliminados aproximadamente el 35 % de competidores pero en esta ocasión ha sido diferente ya que el clima ha cambiado la estrategia y acortado tramos bastante largos.
En el Dakar no se tiene contemplado el lodo y los autos no están preparados para este tipo de clima. Se tiene de todo para poder salir del entierro de la llanta en una duna pero no se lleva implementos para el lodo, además que la organización no permite el uso de winchas por ejemplo.
La mayoría de pilotos han tenido que bajarse de los autos y luchar contra la tierra mojada e incluso algunos han elegido pasar por matorrales saliendo de la vía preparada para poder llegar a meta pronto.
En el Dakar vale todo y hoy hemos visto como pilotos de la talla de Nani Roma, quien generalmente ni se bajan del auto, han llegado al final de la carrera con todo el traje enlodado como si hubiesen salido de un tremendo enduro en moto.