La comunidad de inmigrantes de la zona de Sidi Ifni en Francia hizo público el martes 16 de agosto de 2016 un comunicado en el que invita a España a asumir la responsabilidad histórica hacia Ifni y rechace la complicidad con Marruecos, tras las condenas producidas a los ocho jóvenes que reclamaban la nacionalidad española.
Los inmigrantes que han realizado en París dos concentraciones de protesta en solidaridad con los jóvenes condenados pidieron su libertad y calificaron de «farsa» el juicio celebrado y mostraron su apoyo a los condenados y sus familias.
Además subrayan la necesidad de continuar la lucha por la liberación de los detenidos y lograr sus justas demandas e invitan a sumarse al comité de apoyo a los detenidos y sus familias. También manifiestan su profunda consternación augurando que habrá más tensiones políticas y sociales mencionando los informes internacionales sobre la situación de los derechos humanos en Marruecos.
Además, el comunicado afirma estar trabajando para presentar una demanda contra el actual embajador de Marruecos en Francia, Chakib Benmoussa, responsable de la represión que se practicó en los incidentes de la localidad en 2008 cuando era ministro del Interior. De hecho, lo denominan ‘el verdugo del sábado negro’.
Hay que recordar lo acontecido en 2008. La intervención se produjo, el sábado 7 de junio para acabar con el bloqueo del puerto pesquero por grupos de jóvenes desempleados que exigían a las autoridades que acabaran con la marginación de la ciudad. Ifni, y de toda la región. Se les sumaron decenas de personas en una manifestación que recorrió las calles de la localidad. Las protestas fueron reprimidas por la policía marroquí.
Ifni fue tomada entonces por 3000 agentes de las fuerzas de seguridad. El entonces ministro de Interior, Chakib Benmoussa, recalcó que «no tuvieron otra opción» tras el «fracaso del diálogo» con los manifestantes. El balance oficial fue de 48 heridos -28 de ellos en las filas policiales- y 188 detenidos, de los que 11 pasaron a disposición judicial.
Una delegación de abogados que visitó la ciudad dos días después afirmó que, además de robos y saqueos, los antidisturbios torturaron a vecinos. Una semana después otra delegación, del actual partido en el Gobierno y entonces en la oposición, Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD), aseguró que se había impuesto «un castigo colectivo».
Las denuncias obligaron al Gobierno a aceptar, por tercera vez en la historia de Marruecos, la creación de una comisión de investigación parlamentaria.
Marruecos suspendió las actividades de la cadena catarí de televisión Al Yazira por su información sobre Sidi Ifni. La orden del gobierno supuso el cierre de su oficina en Rabat, en la que trabajaban cinco periodistas (cuatro marroquíes y un mauritano), y el cese de todas las actividades en el país. Incluso hubo un juicio en Rabat contra el entonces director para Marruecos, Hassan Rachidi, quien dio por segura la muerte de manifestantes.
En 2012 también hubo protestas en la localidad y se detuvieron y condenaron a ocho jóvenes del opositor movimiento 20 de febrero.
Como embajador en Francia, Benmoussa ha vivido dos curiosos incidentes, cuando conducía en coche diplomático, le robaron el bolso a su mujer unos ladrones en diciembre de 2015 y la aparición de dos cabezas de cerdo a la entrada de su residencia en marzo de 2016.