La cultura “macho prepotente” es una castración en sí misma.
El machismo dotado de costumbres sádicas, impone la mutilación como una castración del derecho de las féminas a obtener placer a través de su propio cuerpo, condenándolas al padecimiento de dolor físico y psicológico de por vida, atentando contra sus derechos humanos.
Mucus, la inteligencia natural de un moco, es partidaria de no adornar nada, los roles y estereotipos de género nacen de la misma raíz: ¡El machismo! Esa prepotencia del hombre frente a la mujer, o frente a otros hombres que no tragan con el rol que se les asigna desde esa “ideología de machosuperioridad” recalcitrante. La cual, se resiste a reconocer y desarrollar la inteligencia afectiva en mujeres y hombres, porque eso implicaría cuestionar el pilar de dicho ideario, ya que nadie es superior a nadie, si cada cual desarrolla sus propias capacidades y se estima como es, relacionándose en reciprocidad.
¿Será posible que pasemos de la «huevolución» a la EVOLUCIÓN?
Mucus, esputa:
- Como la ideología machista oprime al sexo femenino, y éste quiere prosperar y crecer, no tiene más remedio que quererse y aliarse entre sí, más todos los hombres inconformistas con la “macho ideología”.
- Y como eres la persona que siempre estará contigo, no te queda más remedio que quererte…
“El feminismo es una protesta valerosa de todo un sexo contra la positiva disminución de su personalidad” Clara Campoamor.