Estamos en mayo y ya van cinco colegas a los que ha habido que enterrar; uno al mes. Todos han sido ejecutados por el mismo motivo: contar las atrocidades que se cometen a diario en México. Este lunes 15 de mayo de 2017 ha sido Javier Valdez Cárdenas, fundador del medio Río Doce, periodista de La Jornada y El Noroeste, quien murió por disparos a unos metros de su oficina, en el estado de Sinaloa, en el norte de México.
Javier era conocido por su trabajo sobre el crimen organizado y el narcotráfico. Era autor de los libros Malayerba, Miss Narco, Huérfanos del narco y Narcoperiodismo. Había recibido el Premio Sinaloa de Periodismo y el Internacional a la Libertad de Prensa 2011, otorgado por el Comité para la Protección de Periodistas. El día en que acudió a Nueva York para recoger el galardón pronunció un esclarecedor discurso sobre la realidad de la profesión en México.
Contó que «en Culiacán, Sinaloa, es un peligro estar vivo, y hacer periodismo es caminar sobre una invisible línea marcada por los malos, que están en el narcotráfico y en el gobierno, un piso filoso y lleno de explosivos. Esto se vive en casi todo el país. Uno debe cuidarse de todo y de todos».
Hablo de guerra, asegurando que sí que era una guerra “por el control del narco, pero nosotros los ciudadanos ponemos los muertos y los gobiernos de México y Estados Unidos, las armas; y ellos, los encumbrados, invisibles y agazapados, dentro y fuera de los gobiernos, se llevan las ganancias».
Agradeció el galardón afirmando que «a pesar de esto, con ustedes, con este premio, puedo decir que tengo dónde guarecerme, y sentirme menos solo».
Malayerba también era el título de su columna en Río Doce. Su último artículo fue publicado el mismo día de su ejecución.
Sentencia a muerte
“Ser periodista en México parece más una sentencia a muerte que una profesión. El continuo derramamiento de sangre del cual las autoridades prefieren hacer caso omiso genera un profundo vacío que afecta el ejercicio de la libertad de expresión en el país”, ha manifestado Tania Reneaum, directora de Amnistía Internacional México.
“El país se ha convertido en una zona de alto riesgo para los profesionales que, como Javier, informan con valentía de situaciones relativas al crimen y la seguridad. El asesinato de Javier pone de manifiesto que ningún periodista, sin importar el alcance de su medio, está a salvo. Este crimen, como los demás, debe investigarse de manera independiente e imparcial y todos aquellos sobre quienes pese la sospecha de ser responsables deben comparecer ante la justicia”.
De acuerdo a la organización Artículo 19, un total de 105 profesionales de medios de comunicación han sido asesinados en México desde el año 2000. Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha informado de que, en 2016, México fue el tercer país con el número más elevado de muertes de periodistas en el mundo, superado únicamente por Siria y Afganistán.
Atentado contra Sonia Córdova
Casi acabando el día, la Fiscalía de Jalisco informaba de que había sido tiroteada la subdirectora comercial de otro medio, El Costeño de Autlán, un semanario local. Se trata de Sonia Córdova, de 48 años, quien transitaba con su hijo Jonathan Rodríguez, de 26, en el coche cuando fue interceptada por un par de individuos que les dispararon sin mediar palabra. El joven falleció de inmediato y ella fue trasladada a un hospital de Guadalajara. Al momento de redactar esta noticia no se sabía nada sobre su evolución.
Aunque no ha trascendido más información al respecto, se sabe que ella está casada con el dueño de la publicación, y que su hijo había sido secuestrado en dos ocasiones. Se cree que el ataque estaba dirigido al muchacho.
Enlaces:
Discurso de Valdez el día que le entregaron el premio a la libertad de prensa.
[…] da la circunstancia de que el mismo día se cumplía un año del asesinato de Javier Valdez en Sinaloa. Este periodista estaba especializado en denunciar a los grupos criminales, y ellos […]
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