El mundo de la publicidad muchas veces no deja indiferente a nadie, sobre todo, cuando los temas a tratar son sensibles para algún sector de la población. Por ejemplo, anuncios relacionados con ideologías políticas, religión, el aborto o la legalización de productos que pueden ser perjudiciales para la salud pero que palian los síntomas de alguna enfermedad, son algunos de los tópicos que, cada vez que hay una campaña, nunca están exentos de polémica.
Ni el frío mundo de la publicidad ha podido derribar aún las barreras que existen en la sociedad sobre determinados temas tabú. Negocios dedicados a actividades relacionadas con Growshop como Eurogrow están todavía a oscuras en cuanto a servicios de marketing y publicidad se refiere y, pese a que su formación como empresa sea perfectamente lícita, el mundo de la publicidad se muestra reticente a abrirle las puertas a estos sectores de cara a hacerlas visibles a toda la sociedad.
En el caso de las Growshop, su catálogo incluye herramientas y materiales para el cultivo de plantas medicinales, entre las que se encuentra el cannabis. Una de las acciones de marketing más básicas en la red son las campañas SEM de tráfico, es decir, el posicionamiento pagado a través de anuncios dentro del buscador de Google. Pues bien, esta acción, Google no la permite para negocios como los Grow. No se podría manejar una campaña de keywords en Adwords para SEM porque Google prohíbe terminantemente en su política anuncios que estén relacionados con las drogas y las sustancias psicoactivas. Tal y como indica en sus políticas: no se permiten anuncios sobre “psicofármacos legales o sintéticos, medicamentos a base de plantas, sustancias y compuestos con efectos psicotrópicos, artículos relacionados con las drogas o ayudas para superar controles antidroga”.
Esta prohibición está pensada para evitar males mayores, pero al poner restricciones férreas, acaba perjudicando a sectores que, precisamente por estar censurados en los discursos políticamente correctos, entran en el mismo saco.
El sector de las plantas medicinales y las Growshop son aún temas tabú por la complejidad y ambigüedad que existe en la legislación española. Aunque el uso del cannabis está permitido para el autoconsumo y se puede prescribir como receta hospitalaria con fines terapéuticos, es un producto estigmatizado y relacionado con el abuso de las drogas. Sin embargo, el cannabis forma parte de un grupo de plantas cuyas propiedades pueden ser beneficiosas en determinados estados del cuerpo o con dolencias específicas.
Hay productos que se encuentran en una situación similar al cannabis, como por ejemplo, la hoja de coca. Su uso está más extendido en Latinoamérica y sus propiedades incluyen un alto contenido en vitaminas, efecto calmante y mejora de la vía respiratoria, usándose además como remedio contra los vómitos y náuseas. Ciertos tipos de hongos, considerados alucinógenos, son también usados con fines terapeúticos tomados en dosis pequeñas.
Pero la promoción y publicidad de estas sustancias psicoactivas no son las únicas perjudicadas por ser tema tabú en la sociedad. Cualquier remedio natural hecho a base de plantas medicinales como la manzanilla o la cola de caballo, también se ven afectadas por las restricciones. No se trata solo de la controversia por la planta, si no de la confrontación entre ciencia y naturopatía existente y la falta de conclusiones férreas que puedan asegurar a los usuarios su efectividad.