Ucrania ha expulsado de su territorio a los periodistas freelance Antonio Pampliega y Manuel Ángel Sastre, quienes iban a cubrir el largo conflicto en la zona Este del país.
La expulsión se ha producido pese a que el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, les sacó de una lista negra en mayo de 2016 que les vetaba la entrada en el país, según una orden efectuada en septiembre de 2015 donde figuraban 400 personas.
Sin embargo, los servicios de inteligencia los incluyeron en otra lista donde se les considera «una amenaza para la seguridad nacional» no pudiendo pisar territorio de Ucrania hasta 2020.
Los dos periodistas, retenidos en el aeropuerto de Kiev, recibieron esta información de fuentes consulares españolas, que les ofrecieron a las autoridades ucranianas la copia del decreto firmado por Poroshenko que levantaba las sanciones adoptadas inicialmente contra los informadores.
Tras sellarles el pasaporte, se les retuvo en el aeropuerto con una orden de expulsión,, por lo que se pusieron en contacto con la Embajada española: «Estamos retenidos desde este mediodía en el aeropuerto. Nos han puesto los sellos de deportación en nuestros pasaportes, nos han retirado los pasaportes y nos han dejado en la zona de tránsito, en la incertidumbre», denunciaron.
Los periodistas habían aterrizado en Kiev en un vuelo de la compañía KLM procedente de Amsterdam y retornabann a la ciudad holandesa este viernes 25. Ellos mismos, a través de las redes sociales, han dado a conocer su situación, recibiendo apoyo de compañeros de profesión y de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE).
FAPE a través de su presidenta, Elsa González, se pondrá en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores para conocer más detalles de la deportación de los periodistas, añadiendo que es «inaceptable la persecución que sufren los periodistas y el periodismo en los países democráticos.»
También ha publicado un comunicado de condena la Asociación de la Prensa de Madrid (APM): «El trabajo de los periodistas en países en conflicto es primordial para que los ciudadanos reciban una información independiente y veraz, y los Gobiernos no deben obstaculizarlo bajo ningún pretexto», señalan.
Los dos periodistas habían viajado a Ucrania con la intención de cubrir el largo conflicto en el Este del país, el llamado Donbáss, producido tras las revueltas de Kiev en 2014 y la anexión rusa de la península de Crimea tras un polémico referéndum. De hecho, tenían permisos de las fuerzas prorusas y del ejército de Ucrania.
Sastre y Pampliega –junto con José Manuel López– pasaron casi diez meses secuestrados en Alepo, Siria entre 2015 y 2016