Ileana Alamilla[1]
En el continente americano los periodistas se ven afectados en su trabajo. En una reunión de los Corresponsales en América Latina de Reporteros sin Fronteras se discutieron y abordaron los principales problemas y retos que enfrentamos.
México tiene datos abrumadores, es el país más riesgoso para ejercer el periodismo en el mundo sin estar en guerra; este año hay reportes de 11 periodistas asesinados, la mayoría de casos están en la impunidad y desde el año 2000 más de cien comunicadores han perdido la vida de forma violenta.
En Honduras y Guatemala hay escenarios de violencia. Los periodistas están en un estado de indefensión e inseguridad, rodeados de criminales que cometen sus hechos deleznables con toda impunidad. La falta de fallos judiciales condenatorios a los autores materiales e intelectuales de los asesinatos contra periodistas es una constante. Esto es considerado como una “patente de corso” para que continúen delinquiendo.
En Guatemala el silencio lo han impuesto los criminales y narcotraficantes a través de la censura y la autocensura; además, las campañas en contra de medios y periodistas continúan. Algunas personas, incitadas por agitadores o motivadas por noticias falsas o tendenciosas, arremeten contra reporteros y corresponsales, violando la ley; algunos políticos y autoridades transgreden el derecho a la libertad de expresión.
Los Estados tienen la obligación de proteger la libertad de expresión, de garantizar la seguridad y la vida de los ciudadanos, de las y los periodistas y comunicadores sociales,
Además de las muertes violentas, también se producen amenazas, intimidaciones, agresiones y ataques; todos son flagelos que enfrentan los comunicadores que no pueden realizar su trabajo y no reciben respuesta de las autoridades a sus repetidas quejas sobre la inseguridad. Es reiterativa la denuncia de agresiones de pobladores organizados y las amenazas por la información que divulgan.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU en reiteradas ocasiones ha recomendado a los Estados adoptar mecanismos de protección a periodistas, dado el alto riesgo que enfrentan en su trabajo. La OEA, en su última asamblea, adoptó, por primera vez, una resolución relativa a la protección de periodistas, para incrementar su seguridad y luchar contra la impunidad de los crímenes cometidos en su contra, y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en una resolución hace pocos días instó al Estado a proteger a los periodistas y medios de comunicación, por el riesgo de investigar y difundir información sobre corrupción.
Guatemala fue sometida al Examen Periódico Universal (EPU) el 24 de octubre de 2012, en la sede del Consejo de Derechos Humanos, en el Palacio de las Naciones, en Ginebra, Suiza, en el marco del 14º Periodo de Sesiones. Durante la sesión los países presentaron ocho recomendaciones y observaciones para el Estado de Guatemala, relacionadas con el derecho a la libertad de expresión, las que fueron aceptadas, además de que el país adoptó voluntariamente el compromiso de impulsar el Programa de Protección a Periodistas.
A cinco años de distancia, ninguno de los tres gobiernos que hemos tenido —Pérez, Maldonado y Morales— ha cumplido con este compromiso de Estado y en ese lapso 19 periodistas y comunicadores han sido asesinados. Guatemala será examinada en ese mecanismo de la ONU en Ginebra, este año, en donde estamos insistiendo para que se solicite al Gobierno que se adopte e impulse el programa de Protección a Periodistas con participación de las entidades gremiales, periodistas y trabajadores de los medios, como se ha recomendado.
- Ileana Alamilla, periodista guatemalteca, fallecida en enero de 2018.
