Los accionistas que acudieron hoy (24 de junio de 2014) a la Junta General de Accionistas del gigante español de la construcción Grupo San José (GSJ) se encontraron con una protesta de Survival International que les instaba a ellos y a la constructora a salvar a los ayoreos de Paraguay.
La empresa ha estado involucrada en la destrucción del último refugio de bosque de los únicos indígenas aislados que sobreviven fuera de la Amazonia en América Latina.
Los manifestantes portaban pancartas que pedían “Salva a los ayoreo” y han distribuido hojas informativas entre los accionistas que asistían a la junta de la constructora.
Una filial de GSJ, Carlos Casado S.A., empresa agroganadera sudamericana, fue descubierta deforestando y abriendo carreteras y reservas ilegalmente en la tierra ancestral de los indígenas aislados ayoreos que habitan en el bosque del Chaco en Paraguay. Aparentemente la empresa también había intentado falsificar firmas de los ayoreos para la construcción de una vía de acceso a través de la tierra de este pueblo.
Muchos ayoreos han sido forzados a abandonar el Chaco en Paraguay, una región que registra la mayor tasa de deforestación del mundo. Pero algunos de sus familiares todavía viven en situación de aislamiento, escondidos en una isla de bosque menguante. Ellos conforman una de las sociedades más vulnerables del planeta y podrían resultar aniquilados como consecuencia de la violencia que a menudo ejercen los foráneos y/o por el contagio de enfermedades como la gripe o el sarampión frente a las que no han desarrollado inmunidad.
Porai Picanerai, un hombre ayoreo ya contactado declaró: “Y pido al Grupo San José que nos devuelva nuestro territorio, porque si ellos deforestan el monte nuestros hermanos que aún viven en el bosque tendrán miedo de las topadoras [excavadoras]”. Otro ayoreo dijo: “Estoy muy preocupado por esta destrucción porque no sabemos dónde exactamente viven las personas que todavía están en el bosque. Por ello no queremos que los foráneos destruyan más bosque con sus topadoras”.
Los ayoreos llevan reclamando la titularidad legal sobre una fracción de su tierra ancestral desde hace más de 20 años, pero buena parte de ella está en manos de poderosas compañías ganaderas. Como muchos indígenas recientemente forzados a salir del aislamiento, los ayoreos contactados están sucumbiendo a enfermedades respiratorias que les han contagiado los foráneos y que a menudo no detectan las pruebas médicas.
Survival International está pidiendo a los accionistas de GSJ, como Banco Santander, que retiren sus inversiones de la empresa por su implicación en la destrucción del último refugio de bosque de los ayoreos no contactados.
El director de Survival International, Stephen Corry, declaró hoy: “El contacto forzoso ha llevado enfermedad, muerte y destrucción a pueblos indígenas de toda América, y los ayoreos son un ejemplo de manual del peligro que este conlleva. Actualmente, los ayoreos contactados están muriendo de enfermedades frente a las que no tienen inmunidad, y mientras su bosque sigue siendo talado sus familiares no contactados se enfrentan al mismo penoso destino. Si a Grupo San José le preocuparan mínimamente las vidas de los indígenas devolvería la tierra a sus legítimos dueños”.