La ACID (Asociación de Cine Independiente para su Difusión), es una agrupación de cineastas comprometidos y reconocida de interés general, que organiza desde 1993 una sección paralela al Festival oficial de Cannes.
Su objetivo es la ayuda al desarrollo del cine independiente, para promover la difusión de las obras cinematográficas más diversas en una veintena de países, en los que 400 salas de cine independientes se han adherido a esta asociación.
La programación de Acid en Cannes en su edición 2019 fue de nueve largometrajes, ficciones y documentales, que en su mayoría no tienen todavía distribuidor. Esa selección, a cargo de quince cineastas de la asociación, se propone revelar la audacia y la diversidad de las miradas que componen la paleta del cine independiente en Francia y en el extranjero.
Cabe destacar que entre los directores de cine cuyas primeras películas fueron apoyadas y promocionadas por la ACID, figuran nombres como: Arnaud y Jean Marie Larrieu, Yolande Moreau, Claire Simon, Philippe Faucon, Justine Triet o Jim Cummings, entre otros.
La programación 2019 estaba compuesta de nueve largometrajes:
“L’angle mort” tercer largometraje de los franceses Pierre Trividic y Patrik Mario Bernard, una incursión en el género fantástico o la extraña historia de Dominique, un hombre que tiene el poder de hacerse invisible, pero que no ha revelado su secreto a nadie, ni siquiera a su novia, hasta que un día todo escapa a su control. En su reparto Isabelle Carré, Golshifteh Farahani y Jean Christophe Folly.
“Vif argent”del francés Stephane Batut, primer largometraje de ficción que aborda también el genero fantástico con la historia de Juste, que va al encuentro de personas a las que solo él puede ver. Un día Agathe le reconoce, pero ella esta viva y él es solo un fantasma…
“Des hommes” documental de los franceses Jean Robert Viallet y Alice Odiot. Se trata de un primer largometraje en el que la cámara penetra en los treinta mil metros cuadrados de la prisión de Beaumettes, en Marsella, en donde cohabitan dos mil presos, sus miserias, su violencia y sus esperanzas.
“Indianara” documental rodado en Brasil, opera prima de la francesa Aude Chevalier Beaumel y el brasileño Marcelo Barbosa. Su protagonista es Indianara, un líder transexual que lucha por la supervivencia de los LGTB en Brasil, cuya vida se encuentra hoy amenazada más que nunca por el régimen fascista de Bolsonaro.
“Kongo” documental francés de Hadrien La Vapeur y Corto Vaclav, quienes firman su primer largometraje rodado en el Congo Brazzaville en donde un curandero, “el apóstol Medard”, que cura enfermos víctimas de hechizos y que es acusado de practicar la magia negra.
“Mickey and the bear” de la actriz americana Annabelle Attanasio, quien pasa por vez primera al otro lado de la cámara con este largometraje de ficción, que relata el dilema existencial de una adolescente en el estado de Montana, que se ocupa de su padre adicto a las drogas, y a quien se le presenta un día la oportunidad de escapar a esa situación.
“Reves de jeunesse” tercer largometraje del francés Alain Raust, o la historia de Salomé, una joven que regresa al pueblo de su adolescencia para trabajar durante el verano en un vertedero de basura, sus encuentros, sus esperanzas y sus sueños.
“Take me somewhere nice” primer largometraje de la directora bosnia Ena Sendijarevic, coproducción de Holanda y Bosnia Herzegovina, que cuenta la historia de Alba, una chica que viaja de Holanda hasta Bosnia para visitar por vez primera a su padre al que no conoce. Un viaje iniciático a su país de origen.
“Solo”, del director francés afincado en Checoslovaquia Artemio Benki, es un documental, coproducción franco, austriaco, checa, argentina, que nos lleva al hospital psiquiátrico El Borda, en Buenos Aires, donde está internado desde hace cuatro años Martin, un virtuoso pianista que trabaja en la composición de su obra “Enfermaria”.
Con mucho pudor y sensibilidad el cineasta traza el retrato intimo de su personaje: el pianista Martin Perino, quien utiliza en cierto modo su música como terapia para intentar salir al exterior de ese centro psiquiátrico y reincorporarse a la “normalidad” exterior. Su música, los diálogos con la gente que encuentra y sus silencios se entrelazan en el montaje provocando la emoción del espectador.
La locura de Martin, su dificultad a vivir en el mundo exterior del que ha huido, su vida en ese universo carcelario, nos conduce a interrogarnos sobre la noción de “normalidad”, como cuando el propio Martin afirma que está dispuesto a intentar ese retorno al exterior, aunque siempre con dudas y preguntas; “Cuando estás afuera hay que negociar con la realidad” dice Martin con indudable lucidez.
Acid: Interesante zoom sobre el Cine argentino independiente
Desde hace tres años, Acid dedica también un espacio particular a una asociación de cineastas independientes venidos del extranjero. Después de Serbia en 2017 y Portugal en 2018, este año ha sido Argentina el país invitado, con proyección de tres largometrajes seleccionados por la PCI (proyecto de cine independiente argentino), del que forman parte cineastas como Julia Solomonoff, Juan Villegas, Diego Lerman, Santiago Loza, Pablo Giorgelli, Anahi Berneri, o Celia Murga entre otros.
“Sangre blanca” es el segundo largometraje de Bárbara Sarasola Day, quien se dio a conocer como realizadora en Berlín 2014 con “Deshora”, un relato que transcurría en Salta, su región natal, cuando un matrimonio argentino acogía en su hacienda a un joven colombiano dependiente de drogas duras, lo que va a provocar tensiones y tentaciones en la pareja.
Con “Sangre blanca” Sarasola Day opta ahora por un tratamiento más cercano al thriller, para hablar del tráfico de drogas en la frontera argentino boliviana, aunque con una trama que integra también lo intimo y lo familiar. Martina y su novio pasan la frontera con el estomago cargado de droga como “mulas”. Nada mas llegar él muere de sobredosis al estallar uno de los envoltorios, y la mafia que les ha contratado amenaza de muerte a la chica si no devuelve íntegramente toda la droga transportada.
Con lograda tensión y una buena pareja de interpretes, Eva de Dominici (Marina) y Alejandro Awada (su padre), el relato sobre la droga adquiere otra dimensión cuando la chica desesperada y acosada por la mafia pide ayuda a su padre, un hombre que nunca se ocupó de ella y que rehizo su vida familiar.
“Breve historia del planeta verde” es el sexto largometraje de Santiago Loza, quien empezó su carrera como director en 2003 con “Extraño” premiado en el festival de Róterdam. Autor teatral y cinematográfico, Loza es un autor argentino cuya obra ha sido a menudo seleccionada en los festivales internacionales desde Rotterdam a Cine Latino en Toulouse, Locarno, San Sebastián, Berlín o Cannes: “La invención de la carne” 2009, “Los labios” 2010, “La paz” 2013, “Si estoy perdido no es grave” 2014.
En “Breve historia del planeta verde” relata la historia de tres personajes Tania, una transexual que trabaja en un club en Buenos Aires, Pedro que es bailarín en ese mismo lugar y Daniella, que es camarera en un bar. Tres amigos que fueron a la misma escuela cuando eran niños y que emprenden un viaje cuando Tania recibe la noticia de la muerte de su madre. Al encontrar en casa de la madre a una criatura extraterrestre conservada en formol, los tres deciden ayudarla a volver a su planeta, pero Tania se ira con ella.
Una metáfora sobre el derecho a la diferencia, sobre lo que es raro o extraño, sobre los prejuicios homófobos y sobre la amistad, la generosidad y la muerte, con una puesta en escena que es en cierto modo un homenaje a las viejas películas de cine fantástico. Un viaje iniciático el de esos tres personajes que en una invocación común contra la intolerancia afirman: No te des nunca por vencido, no seas nunca esclavo.
“Las Vegas” es la tercera película de Juan Villegas, actor y director argentino, al que los cinéfilos recordaran por su actuación en “Bombón el perro” de Carlos Sorín. Sus anteriores largometrajes fueron “sábado” en 2002 y “Los suicidas” en 2005.
“Las Vegas” es una comedia que transcurre en una estación balnearia, a donde llegan a pasar unos días de vacaciones Laura y su hijo Pablo, adolescente de dieciocho años. La sorpresa es que en la misma residencia se encuentra Martin, el exmarido de Laura, con su ultima conquista, Candela, una joven colombiana. A partir de ahí el enredo de esta comedia familiar conduce al reencuentro más intimo del padre y el hijo, pero también a la reconciliación del matrimonio.
Una puesta en escena minimalista y rigurosa servida por un buen casting de interpretes: Laura es Pilar Gamboa, una de las actrices que han participado en “La flor” de Mariano Llinás. Martin es Santiago Gobernori, Candela es Valeria Santa, y el joven Pablo está a cargo de Valentín Oliva.