Activistas, militantes y propagandistas de la cultura republicana

Entre la I y la II República españolas pasaron muchas cosas en España, emergieron movimientos sociales y políticos y personas al albur de ellos que crearon propuestas propias o divulgaron otras ya existentes por Europa. Fue un periodo de efervescencia que conocíamos sólo de manera superficial.

activistas-republicanos Activistas, militantes y propagandistas de la cultura republicanaLa principal virtud de este libro es que nos ofrece en total diecisiete biografías centradas en personajes que no son de primer nivel ni están entre los más conocidos pero cuyas vidas fueron muy relevantes y dan claves para entender sus respectivas épocas; todos ellos (hombres y mujeres) se situaron en un difuso territorio entre el republicanismo y los movimientos obreros, en unos años en que los movimientos republicanos se desgajaban y se movían a derecha e izquierda y los movimientos de base obrera se perfilaban entre las influencias marxistas (los socialistas) o bakuninistas (los anarquistas).

Me referiré aquí sólo a las tres personas referenciadas que proceden de Castilla- La Mancha: Pablo Correa y Zafrillahabía nacido en Cañete (Cuenca) en 1842; fue un militante federal, fiel seguidor de Pi i Margall; fue periodista, activista republicano y político, y pasó a nuestra historia por ser el primer traductor al castellano de El Capital, de Marx, obra que publicó en el periódico La República, órgano del Partido Republicano Federal. La biografía de este personaje está a cargo de Eduardo Higueras Castañeda (Cuenca, 1981), profesor de Historia en la UCLM- Cuenca y que es uno de los coordinadores del libro.

El abogado Enrique Martí Jara había nacido en Alpera (Albacete) en 1890, en una familia acomodada. Entre sus influencias intelectuales estaban las krausistas, de la Institución Libre de Enseñanza, y las socialistas. Fue catedrático de Derecho en las universidades de Santiago, Salamanca y Sevilla. En política pasó del Partido Liberal al PSOE, y en los años 20 perteneció a la masonería. En 1919 publicó su principal obra: El rey y el pueblo. Propuesta de una Constitución española, donde defendía y argumentaba contundentemente la República. No llegó a ver el triunfo de la II, ya que murió en 1930.

Por último, el sacerdote Régulo Martínez Sánchez, había nacido en Cazalegas (Toledo) en 1895. Su figura representa la excepción a la regla, es decir la de aquellos (pocos) religiosos que tenían muy clara la dimensión social del mensaje cristiano y que llegado el momento vieron con buenos ojos el advenimiento II República, en cuya defensa se aplicó intensamente, incluido también su activismo en la Guerra Civil. Su biografía ha estado a cargo del historiador toledano Miguel Ángel Dionisio Vivas quien ya había publicado otros libros sobre la Iglesia en el periodo republicano y una completa biografía del cardenal Plá y Deniel.

Pero hay otras colaboraciones de dos historiadores muy vinculados a Guadalajara: Juan Pablo Calero Delso, quien escribe sobre Ubaldo Romero de Quiñones y Julián Vadillo que lo hace sobre Nicolás Alonso Marselau. Hay igualmente biografías de algunas mujeres del mayor interés, en concreto de Rosario Acuña, y de Amalia Domingo.

En resumen nos encontramos ante un conjunto de vidas del mayor interés; no siempre figuras de primer nivel pero muy significativas de la evolución intelectual y política de España en la transición entre los siglos XIX y XX.

Eduardo Higueras Castañeda, Rubén P. Trujillano y Julián Vadillo (coords.)
Activistas, militantes y propagandistas. Biografías en los márgenes de la cultura republicana
Athenaica, Eds. Universitarias, Sevilla, 2018;
440 pags.;

 

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